Mujeres.
De aquellas que ves en un bar y le dices a tus amigos:
«Mira, ahí: ella… qué linda».
Hombres.
De aquellos que te miran – a la distancia – como si fueras la única mujer en el lugar y piensas:
«Qué bien está, por qué no me habla».
Atrévete
Mujeres.
Del tipo que destacan entre todas sus amigas.
De las que ves y dices:
«Seguro vino con alguien».
Hombres.
De los que te atraen pero no se atreven.
Mujeres.
De las que quieres tener a tu lado, pero no les puedes decir «hola».
Hasta que de pronto tu amigo se da cuenta que la miras una, dos, tres, cuatro, cinco veces y te dice:
«Anda, sácala a bailar»
A lo que tú le respondes:
«No me gusta esa canción, espera que pongan una mejor».
Mientras piensas:
«Qué difícil es esto…en la próxima la saco a bailar»
Y la vuelves a mirar, ella sigue ahí bailando sola, sonriendo, conversando.
Tú no lo sabes pero la canción que está sonando le gusta.
«Anda, sácala a bailar, invítale un trago, dile que te gusta, lo que sea» – te dice tu amigo.
…
Mujeres.
De aquellas que son tan lindas… que te paralizan, te quitan las ideas, te bloquean, te confunden.
No sabes qué hacer aunque sabes exactamente lo que quieres hacer.
Hombres.
De los que, aunque ya son las tres de la mañana siguen conversando con sus amigos, siguen tomando, pero no se te acercan, no te hablan.
…
«Supongo que no le gusto» – piensas.
«Ojalá me diera una señal» – piensa él.
«Anda, anda y dile que quieres salir con ella, dile que quieres invitarle un trago, dile que quieres bailar con ella, dile algo.. lo que sea» – insiste tu amigo.
Tu corazón se acelera, tus manos sudan, tus pensamientos vuelan.
«A las tres voy» – le prometes, te prometes a ti mismo.
«Uno».
«Dos».
«Tres».
– «No puedo», piensas.
«Uno».
«Dos».
«Tres».
– «En la próxima sí» – vuelves a pensar.
«Uno».
«Dos».
«Tres».
– «Ahora sí» – dices en voz alta.
«Uno».
«Dos».
«Tres».
– «Hola», le dices sin siquiera pensarlo.
– «Hola», responde ella con una sonrisa.
No te lo dice pero te estaba esperando, no sabía por qué demoraste tanto.
Obvio.
Tenías miedo que te rechace.
…pero te atreviste.
Fuiste de los pocos que se atreven.
Entonces, finalmente, bailan.
Ella te mira. Él te mira.
Ambos sonríen.
Ambos saben que la noche acaba de empezar.
…
Así es la atracción, te digo.
Así es la vida.
Así son los negocios.
Así es el amor.
No será fácil, ninguno será fácil… pero si te atreves, si eres de los pocos que lo hacen, valdrá la pena.
Y sí, rodéate de amigos que te impulsen a la acción pero – sobre todo – no le temas al fracaso… es parte de la atracción.
Es parte de la vida.
…de los negocios y del amor.