En algún momento de nuestras vidas, la mayoría de nosotros nos hemos enfrentado a la situación de comer sin tener realmente hambre. Hemos tenido la necesidad de comer y dicha necesidad es corporal, es simplemente un impulso. Deja de ser un simple deseo, se convierte en una imperiosa necesidad de tener que comer algo.
Las consecuencias que trae consigo comer por ansiedad, son bastantes negativas. No solo para la salud porque terminamos comiendo alimentos o preparación que no son buenas para nuestro cuerpo, sino que también para nuestra salud emocional, sobre todo en la forma en la que nos sentimos.
Muchos de nosotros luego de comer, entramos en un estado de culpabilidad, nos decimos cosas como “no debí haber comido esto” “comí demasiado”. Esto se convierte en un ciclo, que empieza alimentarse con la acción y la culpa, se convierte en una acción-culpa. Lo que hace que muchas veces se termine en un ciclo del cual es difícil de salir. Para ello vamos a poner en practica tres conceptos o estrategias que nos van a permitir dejar de comer por ansiedad.
Estrategia #1 desarrollar un cuerpo alcalino
Los seres humanos tenemos en el cuerpo distintos niveles de PH, uno de ellos es la alcalinidad. Pero no se asuste, no es necesario entender el concepto de fondo ni tenemos que saber cómo funciona exactamente para hacer que funcione para nosotros. Es por ello que vamos a manejar una explicación sencilla pero efectiva. Mientras nosotros consumamos más comidas grasosas y pocos saludables, nuestro cuerpo va a estar más acido.
Mientras el cuerpo sea más acido, más propenso es a estar enfermo y con menos energías. Si se encuentra en un estado más alcalino, va a estar más saludable y activo. En esta oportunidad vamos aprender cómo hacer nuestro cuerpo más alcalino, con unos consejos y practicas muy sencillas.
El primero de ellos es “tomar más agua”, cuando hablamos de agua no nos referimos a cualquier tipo de líquido, sino exclusivamente el agua. No hablamos de los jugos de frutas, sino de agua pura. Usted se preguntará ¿Cuánta agua debemos de beber? Deberían ser 2 litros en promedio, de 2 a 3 litros por día. Sin embargo, el momento más importante, más crucial para beber agua es al levantarnos.
Si lo analizamos detenidamente, vuestro cuerpo ha pasado entre 6 y 8 horas sin hidratación. Al despertarnos, lo ideal es tomar dos vasos de agua (se le puede agregar al agua unas gotas de jugo de limón). Pero es mejor aun cuando se disfruta de esos dos vasos de agua frente a la luz del día. No importa si es un día soleado o no, tómelos rodeado de la luz del día.
Porque al estar encerrados entre cuatro paredes, nos encontramos rodeados de luz artificial. Nuestro cuerpo aún no está adaptado a ella, desde el punto de vista energético. Lo más saludable es que nuestro cuerpo se ponga en sintonía con la luz natural y todas sus energías.
Adicionalmente se debe comenzar a consumir más verduras y vegetales, para ello pueden usar la técnica de vegetales al 50%, es decir, si coloca en un plato un 50% de proteínas/carbohidratos, la otra mitad llénelo con verduras y vegetales. De esta manera, se logra un cuerpo más alcalino y saludable. Con estos pequeños cambios, ustedes comenzarán a observar como dejan de comer por ansiedad, ya no necesitan comer dulce o frituras de forma descontrolada. Es como que si el cuerpo, ya no los necesitara. Simplemente dejará de pedirlos.
Estrategia #2 manejar nuestros pensamientos
Algo muy común y que no nos damos cuenta que sucede, es pensar en la comida que más nos gusta cuando estamos aburridos, estresados o tenemos muchas cosas por hacer. Nuestra mente en vez de enfocarse y concentrarse en lo que tenemos que hacer, comienza a divagar y se imagina la comida que más nos gusta. Que por lo general (o casi siempre) es poco saludable, pero no las imaginamos de la forma más suculenta y deliciosa.
Estos pensamientos ocurren justamente cuando tenemos que trabajar o hacer algo que requiere mucho esfuerzo, esto es porque se siente un gran nivel de ansiedad. Y lo primero que viene a la mente ese esa comida deliciosa que nos reconforta y da satisfacción. Es esa comida la nos va ayudar a alejarnos del estrés de lo que tenemos que hacer y nos hará sentirnos mejor.
Para manejar los pensamientos, se emplea una técnica bastante sencilla para dejar de comer por ansiedad a través del pensamiento. Esta técnica es la siguiente, piensen ustedes en cualquier alimento que les gusta y que comen de más, pero que no es bueno para ustedes. Cuando ya lo pensaron, deben imaginarse de cero al diez en qué nivel quiere comerse este alimento. No importa el nivel, simplemente piense que se lo quieren comer al nivel 6, 7…
Una vez que lo tienen definido, deben aumentar ese nivel, si está por ejemplo en 6, llévenlo al nivel 7. Para ello piensen en todo aquello que les hará aumentar las ganas de comer de ese alimento al nivel 7. Cuando estén en el nivel 7, llévenlo al 8, repitiendo el proceso de hacer lo necesario en su mente para llegar a ese nivel. Luego de llegar ahí, elévenlo de nuevo al siguiente y así sucesivamente hasta llegar al nivel 10.
Lo más probable, es que tuvieron que imaginárselo muy caliente, con todos sus acompañamientos preferidos, con su bebida preferida, de gran tamaño. Esto les sirve para observar, que ustedes tienen el poder para aumentar las ganas de lo que quieren comer. Y eso demuestra algo interesante, que ustedes también tienen la capacidad de disminuirlas.
Si no lo creen, practiquen lo siguiente bajen las ganas del nivel 10 al 8. Hagan lo que tengan que hacer en su mente, pero bájenlo al 8. De ahí lo bajan las ganas al nivel 6, de repente imaginen que la comida esta fría, que no está como les gusta, que van a demorar en prepararla media hora o una hora, lo que sea necesario imaginarse, pero bajen el nivel a 6. Y así sucesivamente hasta llegar al nivel 0.
Lleguen a ese punto donde no les provoca nada, donde no lo quieren comer. Luego de realizar este ejercicio, se podrán dar cuenta que han pasado de un nivel 6 a uno 10 y de ahí nuevamente al 6 y finalmente al 0. Lo que les permite descubrir que las personas tienen la capacidad de controlar sus emociones, con lo cual podemos manejar nuestras acciones e ir hacia donde tenemos que ir.
Se les recomienda que cuando tengan ansiedad por comer, practiquen este ejercicio. Para ello suban las ganas al máximo y luego bájenlas, así podrán ver que tienen el control de sus ganas y sobre todo de su vida.
Estrategia #3 reforzar nuestra voluntad.
La mayoría de las personas tienen fuerza de voluntad, pero esta es muy débil. En algunas ocasiones también se acaba muy rápido, porque cada vez que se resisten a algo de pronto ya no tiene ganas de algo más.
Entonces ¿Cómo podemos fortalecer nuestra fuerza de voluntad? Esto es bastante sencillo no hagamos algo por necesidad, hagámoslo por deseo. Que se quiere decir, imagínense ustedes, que quieren comer algo, lo que quieren es terminárselo. Porque el plato está lleno y tienen hambre, aunque saben que esta última parte es por ansiedad, pero quieren comérselo todo.
Hasta este punto todo está bien, es sencillo, ahora van a empezar a practicar su fuerza de voluntad. Para esto deben tomar la firme decisión de dejar el 5% de la comida en el plato, no hablamos ni de un 50% ni un 30%. Es más, pueden empezar con tan solo un bocado o trozo de la comida. Eso va a ser difícil, pero cuando ustedes lo hagan van a pasar por un período de incomodidad para fortalecerse.
Para la siguiente ves pueden probar dejar el 10%, se van a dar cuenta como cada vez son más capaces de elegir que hacer y no solamente responder impulsivamente a sus necesidades. Les recomendamos aplicar estas tres estrategias no solo para dejar la ansiedad, sino para sentirse mejor, ser más saludables y verse bien.
Recuerda que para dejar de comer por ansiedad…
Lo más saludable es que nuestro cuerpo se ponga en sintonía con la luz natural y todas sus energías…
Nelson Portugal, Consultor de Desarrollo Personal