Hoy te presentaré un concepto y una técnica que te ayudarán a progresar constantemente en tu vida, escapando de las dos principales trampas del crecimiento personal y profesional: el perfeccionismo y la procrastinación.
Al concepto le llamo «El valor de la acción en el tiempo» y te sorprenderán dos cosas sobre ella: su simplicidad y su efectividad.
El concepto tiene una base similar a lo que has aprendido en los cursos de finanzas de tu universidad acerca del valor del dinero en el tiempo – que el valor de tomar acción hoy será más valioso que tomarla en un momento futuro.
Sin embargo, difiere ampliamente en su aplicación pues mientras que tu dinero – debido a los intereses generados – crece con el tiempo en caso no lo utilices, tu vida se deteriora conforme dejas pasar más tiempo sin tomar acción.
De cierta forma se generan interés pero, a diferencia de cuando inviertes tu dinero, los debes pagar tú – con mora.
Cómo escapar del perfeccionismo
Si has leído hasta aquí has podido darte cuenta de forma más clara la importancia de tomar acción el día de hoy en aquello que quieres conseguir en lugar de dejar que el tiempo haga más sencillo tomar acción (jamás lo hará, no el tiempo; solo tus acciones previas).
Ahora la pregunta sería ¿de qué forma podemos eliminar el perfeccionismo y/o la procrastinación?
Con la técnica «1/2 de mañana, hoy».
Esta técnica tiene como objetivo principal traer a valor presente las acciones que constantemente nos prometemos a nosotros que haremos en el futuro.
Si lo notas, cuando estamos frente a la posibilidad de dar un paso – incluso la mitad de uno – hacia donde realmente queremos ir en la vida, nos alejamos porque (además de «no tener ganas», «tener miedo», o «sentirnos incómodos») de pronto la excusa perfecta en forma de falsa promesa llega a nosotros:
«¿Por qué mejor no empiezo con más tranquilidad el lunes?»»Mejor mañana ya lo hago durante todo el día». «El siguiente mes que ya hago el doble de lo que iba hacer ahora».
Piensa en aquella vez que querías «comer más sano» y estabas sentado(a) con tu grupo de amigos a punto de pedir una ensalada en lugar de arroz y pensaste «mejor empiezo dieta el lunes».
Piensa en aquella vez que querías llamar a tus padres para preguntarles cómo están, contarles algo importante para ti o simplemente saludarlos y pensaste «el fin de semana lo hago».
Piensa en aquella vez que querías pedirle a un aumento a tu jefe y justo cuando tenias la oportunidad de hacerlo pensaste «mejor a fin de mes le digo».
Piensa en aquella vez que despertaste queriendo hacer más deporte y podías salir a correr pero dijiste «mejor el próximo mes me matriculo al gimnasio».
Piensa en aquella vez que tenias frente a ti a un amigo de Estados Unidos con el que podías practicar tu inglés pero dijiste «a fin de año seguiré estudiando inglés».
O piensa en algo tan cotidiano como aquella vez que ibas a enviar un correo electrónico, pedirle disculpas a alguien, expresar lo que sientes en una reunión, solicitar un cambio, reconocer el trabajo de alguien.
Te pregunto, ¿lo hiciste?
- ¿Comiste más sano, pasaste tus vacaciones en familia, pediste el aumento, te matriculaste al gimnasio, estudiaste inglés, le pediste disculpas, expresaste lo que sentías?
- ¿Cuántos años han pasado?
- ¿Cuántos años más pasarán?
- ¿Realmente crees que «mañana» lo harás?
Verás, la mayoría de nosotros creemos que mañana de alguna forma será más sencillo que hoy.
Que, de pronto, mañana será más cómodo, el lunes tendremos más ganas, el siguiente mes será más sencillo pero la vida nos ha mostrado que estábamos rotundamente equivocados:
Que jamás será más fácil que hoy.
Que, volviendo al concepto y la técnica que te he enseñado a lo largo de este artículo, el deterioro de nuestra vida será la moneda con la que paguemos los intereses (y la mora) generada por nuestras falsas promesas de acciones futuras que no nos atrevemos a ejecutar hoy, hoy mismo.
…
Entonces, ¿qué podemos hacer?
Hacer hoy la mitad de lo que prometemos hacer mañana.
Así de simple, así de efectivo.
Esa es la base de la técnica «1/2 de mañana, hoy» y, sobre todo, es el impulso exacto que maximizará nuestro nivel de eficiencia y satisfacción personal:
Haz hoy la mitad de lo dices qué harás mañana.
- ¿Dices que dejarás de comer arroz el lunes? Come la mitad de arroz hoy.
- ¿Quieres empezar un negocio el próximo mes? Conversa con un amigo que tenga uno durante quince minutos hoy.
- ¿Has pensando que es importante que empieces a pasar más tiempo con tu familia en tus vacaciones? Llama a tu padre/madre/hermana cinco minutos hoy.
- ¿Quieres dejar de comer azúcar pronto? Ponle media cucharada menos a tu taza hoy.
- ¿Quieres viajar con tu pareja para mejorar tu relación? Pregúntale qué siente que tú podrías mejorar hoy.
- ¿Quieres matricularte al gimnasio el próximo mes? Sal a caminar diez minutos hoy.
- ¿Quieres estudiar ingles a fin de año? Estudiante durante treinta minutos en internet.
…
Y ahora, la prueba final.
Verás, sería sencillo darle «like» a esta publicación, asentir con la cabeza y seguir con tu vida pensando tiene razón», pero jamás ponerlo en práctica.
Eso está bien para la mayoría, pero si tú has llegado hasta aquí no eres «la mayoría».
Por eso quiero que tu vida no sea como la mayoría para lo cual debes actuar de manera distinta a la mayoría.
En este caso, eso significa tomar acción en este preciso instante (no mañana) – créeme valdrá la pena.
¿Cuál es la acción?
Tómate sesenta segundos y piensa en aquello que dices que quieres hacer en el futuro, pero aún no lo has hecho y haz la mitad (o incluso 1/10) de ello hoy.
Luego de ello, siéntete en la libertad de etiquetar a una persona a la cual creas le será de utilidad aplicar este concepto y técnica en su vida.
Así es como crecemos aún más en la vida, contribuyendo con los demás.