Aún no tengo hijos, pero este es un consejo que quiero recordarme a mi mismo cuando los tenga. Y es este mismo consejo que quiero que tú, si los tienes, tengas en cuenta ahora.

Aquí va, este es:

Nunca le digas a tus hijos que no pueden.

¿Por qué?

Porque cuando le creas una limitación a tu hijo o a tu hija esta limitación los acompaña por el resto de su vida y no sólo afecta sus estudios y su carrera profesional sino también su nivel de autoestima, de seguridad personal.

Nacieron en un mundo diferente al tuyo y tienen una forma diferente de ver la vida, aconséjalos pero no los obligues, nunca.

Sé que buscas protegerlos y que no quieres que se hagan daño pero a veces son de esas caidas y de esos errores que aprendemos más en la vida.

¿No es acaso a través de esos errores que has aprendido lo que hoy sabes?

¿No es acaso a través de tus caídas que te has vuelto una persona más fuerte?

No les robes la oportunidad de aprender, de crecer, de soñar.

Mejor haz esto:

Dile esto a tus hijos, por favor.

Diles que nada es imposible y que ellos lo pueden todo, diles que todo lo que existe a su alrededor puede ser mejorado, que ellos pueden mejorarlo. Diles que ellos pueden aparecer en los libros que hoy ellos leen en el colegio o la universidad.

Diles que se caerán, que habrán momentos en los que querrán dejarlo todo, en los que sentirán que no pueden más, diles que en ese momento la mayoría de personas se detendrá, y que tú confías en que ellos continuarán. Diles que sigan avanzando pese a que todo parece decirles que haga lo contrario.

Diles que son valiosos por solo estar con vida, diles que los amas por quienes son y no por las notas que obtengan en el colegio, el puesto en el que estén en la universidad, el título que obtengan, el puesto que consigan en el trabajo o la cantidad de certificados que acumulen.

Diles lo mucho que crees en ellos, en sus capacidades y en sus sueños. Diles que han venido al mundo para hacer la diferencia, para crear valor para la humanidad, diles que sigan su corazón, que den veinte veces más que los demás, que se esfuercen mucho más, que se atrevan a ir por aquello que desean aunque el resto los vea con recelo.

Diles que esperen más de sí mismos que cualquier otra persona, que nunca bajen sus expectativas, que no se conformen con menos de lo que pueden crear, tener y compartir. Diles que confíen en ellos mismos, que mantengan su visión y la hagan realidad aunque para ello deban trabajar el doble que los demás.

Pero también diles que disfruten de la vida, que aprecien los pequeños detalles, que agradezcan por todo lo que hoy tienen. Diles que se maravillen por la sonrisa de un extraño, por el beso de la persona que aman, por el abrazo de un amigo. Dile que la vida no sólo se trata de lograr más sino también de disfrutar más.

Diles que no se olviden nunca de donde empezaron, que recuerden sus inicios, que aprecien su progreso, que siempre busquen más, pero también reconozcan su esfuerzo. Diles que la vida es un regalo que no todos tienen la dicha de tener, diles que agradezcan por ella, diles que salten de alegría por solo despertar con vida.

Diles que sean una fuente de energía, de luz y de esperanza para los demás. Diles que ayuden a quienes los rodean. Diles que amen a quienes los aman y también a los que no, diles que sepan perdonar, que no guarden rencor, diles que no todas las personas tuvieron un madre o un padre que les diga lo que hoy tú les estás diciendo, dile que los entienda, que los aprecie, que los ame, que los perdone.