No calles, discute.
…pero discute para desatar un nudo, no para crear otro.
Te explico brevemente a lo que me refiero.
Tú relación con las personas están representadas por una cuerda.
La cuerda es lo que los relaciona – los une – de alguna forma especifica.
Desata los nudos de tu relación
Ahora, debido a la forma única de pensar, actuar y relacionarse de cada uno de nosotros, nuestras relaciones tendrán nudos a lo largo de la cuerda.
Diferencias, podrías llamarles y es inevitable tenerlas en nuestras vidas.
Podemos ver algunas de ellas con facilidad, otras – para poder identificarlas – requieren un mayor grado de conocimiento, de confianza o de experiencias vividas.
Por esa razón es natural que mientras más unida sea la relación – o más tiempo pasemos en ella – veamos más diferencias.
Siempre estuvieron ahí, solo que aún no habían tenido la oportunidad de verlas.
Lo que realmente importa, sin embargo, es lo que hacemos después de identificarlas.
Callar es una opción, pero hacerlo sería desperdiciar la posibilidad de mejorar.
Si ya hemos encontrado la diferencia, ¿por qué pretender que no existe?
Lo mejor opción sería discutirlo, conversarlo, hablarlo – aún cuando sea incómodo, sobre todo cuando sea incómodo – con el objetivo claro: mejorar la relación.
…es decir, llegar a un entendimiento en conjunto, desatar el nudo.
A esto le llamo «discusiones hacia adelante».
Para tener «discusiones hacia adelante» básicamente tu atención debe estar enfocada en reconocer la razón detrás de la acción de la otra persona, en apreciar la intención real de ella y, especialmente, en qué es lo que harán para mejorar la relación, para avanzar, para seguir adelante.
Si no lo haces de esta forma estarías discutiendo con el objetivo equivocado en mente: hacer que te entiendan.
A este tipo de discusiones le llamo «dicusiones hacia atrás» porque en lugar de progresar nos hacen retroceder en la relación y se enfocan solo en el pasado, sin analizar en cómo pueden utilizar lo sucedido para crear un mejor futuro.
Hacerlo de esta forma solo generará sentimientos de enojo, frustración, estrés y ansiedad en ti, lo que finalmente te llevará a gritar y a crear un nudo más en tu relación.
Un nudo que hará más difícil la comunicación, que evitará que la alegría, la felicidad, la emoción y el amor recorran cada parte de la relación.
Sé que podría aportar más ideas específicas en cómo discutir para desatar un nudo y no para crear otro, pero creo que lo más importante ahora es que reconozcas las diferencias en la relación como una oportunidad para mejorarla.
Y es que – ciertamente – eso es lo que son.
Solo reconoce tu intención antes de cada discusión. Tómate al menos sesenta segundos para pensar en lo siguiente.
¿Qué es lo que estás buscando conseguir de ella?
¿Estás buscado encontrar un entedimiento mutuo o acaso solo estás buscando que te entiendan a ti?
Si la respuesta es la primera, excelente: ve y desata ese nudo, con amor, con honestidad y con respeto.
Sin embargo, si lo que buscas es lo segundo, recuerda que pensar en ello solo creará un nudo más en tu relación y decide escuchar para ser escuchado y entender para ser entendido.
Ahí está la pieza clave en el crecimiento y desarrollo de nuestras relaciones.