Nelson Portugal

El Inicio de la Maestría Emocional: Darle la bienvenida a la incertidumbre, la inseguridad y el miedos

Tres semanas atrás estaba sentado en una silla mirando 120 metros hacia arriba.

No se veía muy bien, pero podía reconocer a la distancia que era mi amigo el que estaba a punto de saltar.

Habíamos ido a Cusco por unos días y el había decidido hacer Bungee Jumping.

«¿Estás listo Cesar?» – le preguntó el instructor.

«No no, espera, espera» – respondió él, algo alterado.

Segundos más tarde ya estaba en el aire, cayendo a la velocidad de la gravedad, desde 120 metros de altura.

Pregunta:

¿Tú crees que estuvo listo – es decir, no tuvo miedo – al momento de saltar? ¿crees que hay alguna forma de estar listo para saltar de esa altura?

¿Y qué hay de estar listo para dar nuestra opinión sin miedo a ser criticados? ¿podremos estar listos en algún momento? ¿Y para levantarnos más temprano y hacer ejercicio?

¿Qué hay de estar listos para poner nuestro propio negocio sin temor a equivocarnos? ¿podremos estarlo algún día?

El inicio de la Maestría Emocional

La respuesta marcará el inicio del desarrollo de una Maestría Emocional en ti.

Y definirá también un principio bajo el cual quiero que vivas por el resto de tu vida.

Respuesta: No… nunca estaremos listos.

¿Qué tipo de persona podría estar lista para este tipo de situaciones?!

«¿Y si me equivoco? ¿y si sale mal? ¿qué dirán los demás? ¿cómo me veré? ¿me criticarán? ¿qué hago si lo pierdo todo?»

Todas estas preguntas rondan nuestra cabeza.

El puente que todos debemos cruzar

¿Quién podría estar listo así?

Nadie.

Lee mis labios: n-a-d-i-e.

Y este es el primer concepto que quiero que mantengas siempre presente:

Nadie estuvo, está o estará listo para hacer algo que sea incierto, incómodo o que de miedo.

Y, sin embargo, el puente que nos conduce de donde estamos ahora a donde queremos llegar está hecho de incomodidad, incertidumbre y miedos.

Ése es el material con el cual está hecho el único camino que existe para lograr lo que realmente queremos en nuestra vida y en nuestro negocio.

Y si queremos cruzar el puente, tenemos que, inevitablemente, pasar por momentos de incomodidad, incertidumbre y miedo.

Incluso las personas que más admiras, las actrices de televisión, los actores de Hollywood, los empresarios de New York y los atletas de los Juegos Olímpicos hacen esto.

¿O crees que llegará un momento en tu vida donde ya no sientas miedo, incomodidad o incertidumbre?

No.

La única forma que no sientas ninguna de estas emociones es que decidas quedarte del otro lado del puente.

Que decidas no caminar, no avanzar, no crecer, no progresar… y la verdad es que tú no eres tipo de persona.

No estarías leyendo esto si lo fueras.

Una nueva mentalidad, tu nueva mentalidad

Entonces, ¿qué es lo que debes hacer?

De hecho, quiero que a partir del día de hoy no busquemos no sentir incomodidad, incertidumbre o miedo porque, si lo hacemos, no nos irá bien en la vida.

Mejor, instalemos esta creencia en nuestra forma de pensar:

Cuando sienta miedo, incomodidad o incertidumbre sonreiré porque sabré que estoy a punto de hacer algo que me permitirá progresar.

No trataré de huir de estas emociones, por el contrario, me enfocaré en actuar pese a ellas. No será fácil, pero estoy dispuesto a sentir incomodidad, incertidumbre y miedo para lograr lo que quiero.

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Míralo así:

Si no sientes miedo al hacer algo es porque ya lo has hecho antes y si ya lo has hecho antes, ya sabes cómo hacerlo.

Y si solo haces lo que ya sabes hacer nunca aprenderás algo nuevo, nunca harás algo nuevo y, por ende, nunca conseguirás nuevos – y mejores – resultados.

Es difícil. Lo sé.

Y por eso es que trabajaremos en esta área de nuestra vida por lo que resta del año.

Bienvenidos: incertidumbre, inseguridad y miedos

Juntos formaremos la mentalidad correcta con la que debemos abordar este tipo de situaciones, empezando por darle la bienvenida al miedo, a la incertidumbre y a la inseguridad.

…para no intentar no sentir estas emociones sino más bien encontrar formas de actuar pese a ellas.

En otras palabras, saltar aún cuando no estamos listos.

Ese es el comienzo del camino hacia la Maestría Emocional:

Hacer algo que usualmente no haríamos por «falta de ganas», miedo o inseguridad.

Y no tiene que ser algo físico como saltar de un avión, caminar sobre fuego o hacer Bungee Jumping.

Puede ser algo mucho más simple – aunque igual de difícil y enriquecedor – como:

Ahí está el verdadero crecimiento porque, de cierta forma, es sencillo saltar de cientos o miles de metros de altura.

Lo difícil está en «pequeñas» acciones que comprometan nuestras emociones como pedirles disculpas a una persona que amamos, invitar a salir a la persona que nos trae, esperar pacientemente en la cola del banco.

Esto es lo que muy pocas personas se atreven a hacer, pero son estas mismas personas las que avanzan más rápidamente en sus vidas.

Yo quiero que tú seas una de ellas.

Por eso, te pediré que realices tres ejercicios que te ayudarán a desarrollar una Maestría Emocional.

No será fácil, pero yo estaré aquí, asegurándome que te atrevas a dar los siguientes pasos:

  1. Encuentra algo que te incomode hacer y hazlo en las próximas 24 horas. Podría ser algo tan simple como recoger un papel del suelo, planchar una camisa, tender tu cama, despertar una hora más temprano, terminar un reporte.
  2. Encuentra algo que te de miedo, pero es importante para tu vida o para tu negocio y hazlo en los próximos siete días. Podría ser dar tu opinión en una reunión de trabajo, empezar un nuevo proyecto, renunciar, contactar un nuevo cliente.
  3. Encuentra algo que has querido pedir por algún tiempo pero no lo has hecho porque no estás seguro si recibirás una respuesta positiva o una negativa y pídelo. Podría ser pedir un aumento, invitar a salir a la persona que te atrae, pedirle disculpas a alguien, pedir un descuento en una tienda.

No importa el resultado que consigas, con solo completar estos tres ejercicios ya estarás mejorarando tu carácter y desarrollando una Maestría Emocional.

Así de simple, así de retador, así de efectivo.

Haz el primer ejercicio hoy, el segundo en los próximos cinco días y el tercero en los próximos siete.

Y, por ahora escribe en los comentarios aquí abajo lo siguiente:

  1. Algo que te incomode y harás en las próximas 24 horas
  2. Algo que te de miedo y harás en los próximos cinco días
  3. Algo que quieres pedir y no estás seguro si te lo darán, pero lo harás en los próximos siete días.

Escribe aquí abajo tus comentarios y démosle juntos la bienvenida al miedo, a la incomodidad y la incertidumbre.