Nelson Portugal

El minuto más importante de tu vida

Déjame hablarte acerca del minuto más importante de tu vida (y la mía).

Aquel minuto para el cual nos esforzamos a lo largo de nuestra vida, el minuto por el cual trabajamos día y noche sin parar.

Aquel minuto que – paradójicamente, cuando (finalmente) transcurre en nuestra vida, tú y yo lo no lo reconocemos, no lo apreciamos, no lo valoramos ni lo disfrutamos.

El minuto más importante de tu vida

Hoy quiero presentarte este minuto para que cuando estés frente a él, dejes de correr por un instante y te detengas para empezar a vivir.

Para que estés aquí – presente – en tu vida (y la de los que más quieres) con todo tu ser (y no sólo una parte de él) y lo disfrutes con el corazón (con todo el corazón)

…aunque sea por un minuto.

Un minuto en el que llegas a casa y ves a la persona que amas, la tienes cerca a ti: sus manos entre las tuyas, su mirada en tus ojos y su respiración acompañando la tuya.

Un minuto en el ves a un amigo, le das la mano, lo abrazas, le cuentas una historia, él – o ella – te cuenta cómo le fue su día, lo que ha logrado, lo que quiere lograr y lo que ha pasado en su vida.

Un minuto en el que ves – con orgullo – a tu hijo caminar, reír, jugar, saltar, hacerte una pregunta, sorprenderse, dormir, despertar, crecer.

Un minuto en el que después de tanto esfuerzo, dedicación, determinación y coraje finalmente puedes ver hecho realidad un trabajo, una propuesta, una idea.

Un minuto en el que saboreas una comida que te gusta, llegas a tu destino a salvo, ves una película que disfrutas, caminas con libertad, respiras con tranquilidad.

Un minuto en el que despiertas en tu cama, cubierto del frío, protegido bajo un techo, con la fortuna de poder bañarte con agua caliente y la bendición de poder acercarte a la cocina a tomar un jugo de frutas o un simple vaso de agua.

Un minuto en el que recuerdas que la vida es un regalo, una bendición, una fortuna que tenemos la dicha de disfrutar en este preciso instante.

Un minuto en el que nos damos cuenta que para poder seguir creciendo en la vida debemos detenernos para apreciar lo que ya tenemos en ella.

Un minuto, bueno …un minuto como este.