Me estresaba leyendo el periódico porque me habían dicho que era importante «estar al día» con las noticia del país.
Me sentía mal conmigo mismo por no ir al gimnasio porque veía a varios de mis amigos estar «fit».
Me sentía culpable cada vez que comía arroz, pan o algún carbohidrato porque «engordan».
Me frustraba dormir hasta tarde porque estaba «perdiendo el tiempo» y no estaba siendo «productivo».
–
Muchas veces en la vida, no es lo que hacemos o dejamos de hacer lo que nos estresa, nos frustra o nos hace sentir culpables.
Lo que – verdaderamente – nos hace sentir mal es la (tonta) idea de creer que «deberíamos» o «no deberíamos» estar haciéndolo.
Esa sensación de error, equivocación y culpa es lo que más nos daña y, paradójicamente, es sentir esa sensación el único error que estamos cometiendo – es lo único que va mal.
¿Sabes por qué?
Porque no hay nada en este mundo que «deberías» hacer o qué «deberías» de dejar de hacer.
Crees que deberías hacerlo porque te lo ordenaron tus padres, te lo dijeron tus amigos, lo leíste en los libros, lo escuchaste en la radio o lo viste en la televisión
…pero déjame decirte la verdad:
Solo tú decides qué es importante para ti en la vida y qué harás para conseguirlo.
Deja de vivir en base a lo que «deberías» hacer y empieza a vivir en base a lo que quieres hacer.
Hacerlo remplazará el estrés por la tranquilidad, la ansiedad por la seguridad y la frustración por la libertad.
Y será recién esa tranquilidad, seguridad y libertad la que – finalmente – te permitirá hacer lo que puedes hacer para conseguir lo que tú quieres conseguir.