Luego de algunos minutos todos ya estaban listos para compartir los miedos más intensos de sus vidas.
¿El resultado?
98% respondieron que le tenían miedo a la muerte. Específicamente, tenían miedo de perder a una persona cercana a ellos (pareja, amigos, hijos, familia)
Entonces, ¿qué hacer? ¿Debía enseñarles cómo superar ese miedo? No.
Eso sería lo último que haría porque ese miedo, junto a otros miedos, es necesario y te explicaré por qué…
Los miedos son necesarios
Es normal sentir miedo, nos mantiene vivos porque nos aleja del peligro. Nuestro cerebro reconoce que algo puede hacernos daño y entonces nos hace sentir miedo.
El miedo a perder a un ser querido nos permite valorarlo, quererlo, protegerlo y crear una relación basada en el amor y la alegría.
Por ejemplo, ¿te imaginas que al nacer no tengas miedo a las alturas? ¿que no tengas miedos a animales peligrosos o a los gritos?
¿Cómo hubieras sobrevivido si un grito de tus padres no te hacía reaccionar y detenerte al intentar cruzar las pista?
Por ello, estos miedos son útiles y necesarios y debemos sentirnos agradecidos por sentirlos.
…pero también hay miedos innecesarios.
Sin embargo, hay miedos innecesarios que en lugar de protegernos evitan que progresemos.
Dentro de los miedos innecesarios están los miedos superficiales y los miedos barrera.
Miedos superficiales:
Los miedos superficiales son aquellos que no limitan nuestro progreso en la vida. Por ejemplo, el miedo a las arañas, a los ascensores, a los insectos y a la oscuridad.
Porque seamos honestos, salvo que vivas en el 20vo piso ¿Qué problema hay con que subas por las escaleras?
Miedos barrera:
Estos miedos son los que se interponen entre nosotros y lo que queremos lograr. Por ejemplo, el miedo hablar en público, a quedarte solo/a, el miedo al rechazo, al qué dirán, a la critica, etcétera.
¿Por qué son miedos barrera? Porque el miedo a hablar en público podría evitar que hagamos una presentación efectiva en nuestro trabajo, el miedo al rechazo podría evitar que expresemos lo que sentimos, el miedo al qué dirán podría evitar que persigamos nuestros sueños.
Ambos miedos son innecesarios, los superficiales y los barrera. Sin embargo, nuestra prioridad debe estar en superar los miedos barrera.
Pero primero veamos por qué surgen los miedos innecesarios…
Por qué surgen los miedos innecesarios
Desde que nacimos hemos sido expuestos a situaciones que nos causaron dolor y nuestro cerebro asoció ese dolor a ciertas actitudes, acciones o pensamientos.
Nuestro cerebro, para trata de protegernos de ese dolor, genera una sensación de miedo en nuestro cuerpo cuando nos encontramos frente a esas mismas actitudes, acciones o pensamientos. ¿Tiene sentido?
Por ejemplo:
- confiaste en alguien que te hizo daño y ahora se te hace difícil volver a confiar.
- tal vez tu papá era un hombre “duro”, recto y serio y cuando tu quisiste decirle cuánto lo querías no recibiste la respuesta que querías y ahora no puedes ser cariñoso con tus hijos o
- te enamoraste, la relación terminó mal, sufriste por meses y ahora tienes miedo de volver a empezar una relación o
- te criticaron cuando diste tu opinión y ahora no puedes hacer una presentación en público o hablar frente a mil personas.
¿Por qué sucede todo esto?
Esto sucede porque tu cerebro quiere evitar que vuelvas a sentir dolor y entonces te genera el miedo para evita que te vuelvas a poner en esa situación.
La pregunta es ¿estos miedos son necesarios? ¿realmente el haber confiado te hizo daño? ¿o fue acaso esa persona específica la que te hizo daño?
Tu cerebro no puede encontrar la diferencia, en cambio tu sí. Tú sabes que haber dado tu opinión no fue lo que te causó daño, fueron tal vez las personas que estuvieron en ese momento ahí. Tú sabes que ser cariñoso/a, enamorarse, hablar en público y expresas tus ideas no hace daño.
Tu cerebro no lo sabe y quiere alejarte de estas situaciones a como de lugar. El problema es que al tratar evitar el dolor te quita la posibilidad de sentir felicidad, pasión y progreso.
¿Recuerdas cómo le llamamos a estos miedos? Sí, miedos barrera. Y ahora es momento de superarlos.
Entonces, lo que haremos será utilizar una estrategia que usé y sigo usando para superar mis propios miedos y los de mis clientes.
Aquí puedes ver una muestra de ello:
Qué haremos para que tú superes tus miedos
- Te enseñaré una estrategia para superar cualquier miedo innecesario: ACPE.
- Aplicaremos la estrategia ACPE en un miedo real y bastante común (miedo a hablar en público).
- Escogerás uno tus miedos barrera y aplicarás esta estrategia para superarlo.
- Te pediré que compartas conmigo cuáles son tus miedos superficiales y tus miedos barrera.
1. Aprender cómo superar cualquier miedo
Lo primero que debes hacer es entender por qué y en qué momentos sientes miedo. Y el miedo no es más que un sentimiento que generas cuando:
- Piensas que algo no saldrá de la forma que te gustaría
- Crees que si tomas acción sentirás dolor
- Dejas caer tus hombros, miras hacia abajo y respiras lento
Este miedo, como cualquier miedo barrera, está evitando que tomes acción para lograr lo que quieres. Entonces, la manera de superarlo es encontrando la forma de actuar pese a ese miedo.
¿Por qué? Porque cuando tomas acción aún cuando estás sintiendo miedo le muestras a tu cerebro que no hay nada que temer y que tú eres capaz de hacer que las cosas funcionen.
Veamos entonces cómo puedes tomar acción aún cuando sientes miedo.
ACPE, una estrategia para superar cualquier miedo innecesario
Durante más de dos años he aplicado esta estrategia para ayudar a decenas de personas a superar sus miedos y hoy quiero compartirla contigo para que tú también superes los tuyos, pero necesitas seguir activamente lo que te iré diciendo.
Para eso debes pensar en un miedo que te gustaría superar en esto momentos y que hagas cada una de las cosas que te pediré.
Si solo lo lees y no tomas acción, entonces este artículo solo serviría para entretenerte. Y como ya sabes, todo lo que yo hago es para ayudarte a desarrollar nuevas habilidades que te hagan una persona y un profesional más capaz.
1. Actívate
Pon tus hombros hacia atrás, pon la espalda recta en estos momentos. Respira profundamente una vez, mantén el oxígeno por unos segundos y luego respira cinco veces más, cada vez más rápido.
Ahora ponte de pie, con la espalda ergida, con una sonrisa en tu rostro y respirando rápidamente, piensa en algún momento donde te sentías completamente seguro/a de ti mismo/a.
Recuerda un momento donde te sentías imparable. Y mientras recuerdas ese momento siente la seguridad que pasa por tu cuerpo, siente la confianza en ti mismo y de lo que eres capaz.
Sintiendo esa seguridad y manteniendo la misma postura piensa en ese miedo que tenías y di en voz alta «yo actuaré pese a este miedo porque no hay nada que temer», «el miedo me da la energía que necesito para actuar».
Reconoce ahora esa sensación que sube y baja en tu estómago cuando sientes miedo y utilízala como energía para actuar pese al miedo. Imagina ahora por un momento que ya tomaste acción pese a cualquier miedo que pudieras estar sintiendo. Imagina que ya actuaste y has conseguido los resultados que querías.
¿Cómo te sientes? Si yas has hecho los ejercicios entonces debes sentir un nivel de seguridad que no habías sentido antes al pensar en este miedo. Ahora lo que debes hacer a continuación es lo siguiente.
2. Comprométete
Este paso es uno de los más importantes cuando deseas superar algún miedo, comprometerte. Comprométete en público en la primera oportunidad que tengas y si no tienes ninguna oportunidad, créala.
¿A qué me refiero? A que, luego de activarte, busques alguna situación en la que puedas enfrentar tu miedo y comprométe a tomar acción.
Por ejemplo, si tu miedo es a hablar en público, escríbele un email a tu jefe y dile que la próxima reunión te gustaría liderarla tú o que te gustaría hacer la presentación en la próxima conferencia. No importa lo que sea, pero comprométete con alguien y para una fecha determinada.
En mi caso, hace algunos años, cuando vivía en Estados Unidos, tenía miedo a estar en lugares cerrados.
Entonces recuerdo que cuando preguntaron quién podía estar dos metros bajo la nieve por treinta minutos para ayudar en el próximo simulacro de avalancha, yo pensé «este es el momento» y sin darle vueltas al asunto simplemente lenvaté la mano y dije «yo».
¿Qué paso luego? Me dio miedo y me arrepentí. Para mi buena suerte, ya no se podía decir que no, ya todo estaba preparado y contaban conmigo. Y así, pasé más de treinta minutos bajo la nieve, completamente encerrado. ¿El resultado? superé mi miedo a estar en lugares cerrados.
Esto gracias a que me comprometí.
3. Prepárate
Luego de comprometerte, te preparas. No necesitas estar preparado/a para comprometerte.
Verás, si esperas a estar preparado, el miedo siempre te hará creer que aún no lo estás y nunca te comprometerás. Esto evitará que lo enfrentes y, como consecuencia, nunca vencerás tu miedo y entonces estarás estancado por el resto de tu vida.
¿Eso es lo que quieres?
Yo sé que no, entonces esto es lo que haremos. Luego de haberte comprometido, empezarás a analizar los posibles escenarios y te prepararás para cada uno de ellos. Tomarás las precauciones del caso y te tomarás el tiempo para practicar, si fuera necesario, una y otra vez.
- Prepárate mentalmente trayendo el futuro hacia el presente. Imagínate que ya todo ha pasado y que tú has salido victorioso/a, imagínate el resultado final como tú quieres que sea.
- Prepárate físicamente poniendo la espalda recta, los hombros hacia arriba, la mirada al frente y la respiración profunda y fuerte.
- Prepárate técnicamente teniendo los documentos, presentaciones, argumentos, estrategias o material que necesitarás al momento de tomar acción.
Todo esto confiando en que nada puede salir mal y que tú tienes la capacidad para superar cualquier miedo que estés sintiendo en estos momentos y que gracias a la decisión que has tomado, serás un ejemplo para las personas que te rodean.
4. Enfréntalo
Este es el momento clave. Este es el momento donde tomas acción y finalmente das un paso adelante y dices «yo lo hago». Aquí es donde pones en acción todo lo que has preparado con anticipación.
En este paso debes volver a activarte para tener la energía, la fuerza y la decisión de finalmente hacerlo, enfrentar tu miedo. Lo mejor de este paso es que al finalizarlo, tu cerebro entenderá que no hay nada que temer y entonces, tú habrás crecido como persona y como profesional.
De esto se trata la vida, de progresar. Se trata de ir a lugares donde no habíamos ido antes, de exponernos a cambios por los que no habíamos pasado antes, porque en esos lugares son donde más crecemos.
Son también en estos lugares donde muchas veces encontramos nuestras pasiones. Dicho esto, disfruta de conquistar tus propios miedos querido amigo/a, uno a la vez.
Ahora que ya sabes cómo superar cualquier miedo, pongamos en práctica lo aprendido para superar un miedo bastante común: el miedo a hablar en público.
2. Cómo superar el miedo a hablar en público
Ahora que ya tienes más claro porqué las personas sienten miedo, revisemos específicamente el miedo a hablar en público. Este miedo, como recordarás, es un miedo barrera porque este miedo está limitando tu desarrollo profesional.
Entonces, si queremos superarlo los pasos a seguir son exactamente los mismos que vimos en la parte número uno. Sin embargo, antes de ello debes reconocer que el miedo está ahí por una razón: te está dando la energía necesaria para poder hacer la presentación con emoción.
Entonces, luego de reconocer que esa sensación que sube y baja en tu estómago no es otra cosa que energía pura, es momento de activarnos, comprometernos, prepararnos y enfrentarlo.
Cómo superar el miedo a hablar en público
- Actívate poniendo tu espalda recta, los hombros hacia delante y sonríe, algo maravilloso está por suceder.
- Comprométete con participar en la próxima reunión que se necesita hablar en público
- Prepárate teniendo listo el material necesario para la presentación y pensando lo mucho que se aprenderán las personas que te escucharán y cómo sus vidas serán mejores gracias a lo que tú estás a punto de compartir con ellos.
- Con una sonrisa en el rostro, energía en el cuerpo, y coraje y amor en el corazón, ingresa al escenario y haz lo que hace mucho tiempo estabas destinado a hacer: compartir tu mensaje con el mundo.
Recuerda:
Tú tienes un mensaje importante que compartir y las personas que están frente a ti están de tu lado y quieren aprender lo que les vas a decir.
Ellos no son perfectos y tampoco esperan que tú lo seas. Por ello, en lugar de enfocarte en ti mismo/a, en cómo te ves o en cómo lo estas haciendo, enfócate en ellos y en cómo los vas a servir.
Mantén siempre una postura recta, mirando al frente y con una respiración constante. Imagínate que ya terminó la presentación y que ya le estás contando a tus amigos o familia lo que fuiste capaz de hacer.
Reconoce que ningún miedo evitará que tú logres lo que quieres en la vida y que tú serás un ejemplo para las personas que te rodean y gracias a ello, ellas podrán también superar sus miedos.
3. Elige qué miedo vas a superar y pon en práctica lo aprendido
Ahora piensa por un momento, ¿cuál es tu miedo más grande? y dime ¿te sirve? ¿es necesario?
Si la respuesta es no, entonces debes superarlo. Pero antes de superar tu miedo más grande, piensa en un miedo barrera relativamente pequeño y empecemos por ahí.
Elige rápidamente con cuál de tus miedos empezarás y aplica la estrategia ACPE: actívate, comprométete, prepárate y enfréntalo.
¿Por qué no empezamos con el más grande? Porque es importante que desarrolles tu inteligencia emocional primero y eso se construye paso a paso, acción por acción, miedo por miedo.
4. Cuéntame qué miedo tienes y cuál vas a superar
Ahora te voy a pedir que hagas dos cosas bastantes sencillas pero que te ayudarán a poner en práctica lo que has aprendido hoy.
- Quiero que definas qué miedos superficiales y qué miedos barrera tienes en estos momentos de tu vida. Escribe esos miedos aquí en los comentarios y cuéntame cuál de estos miedos vas a superar el día de hoy.
- Vuelve al paso número uno y utiliza el ACPE para superar cualquier miedo y cuéntame cómo te fue. Y si le encontraste valor a este concepto, entonces compártelo con una persona que tenga miedo que necesita superar.
Un abrazo,
Nelson