No tengo todo resultado ni tengo todas las respuestas pero de algo estoy totalmente seguro: estamos aquí para dejar
Sé que estamos aquí para hacer realidad nuestros sueños, para vivir con alegría, con pasión, con amor, con emoción y ser felices, realmente felices.
Merecemos cumplir nuestros sueños y mi corazón se acelera y mis ojos se humedecen al pensar que alguno de nosotros se de por vencido, que alguno de nosotros abandone sus sueños.
Porque cuando lleguemos al momento final de nuestras vidas nos preguntaremos ¿viví? ¿viví realmente? ¿lo dí todo? ¿luché por mis sueños? ¿impacté en la vida de mis hijos, de mi familia, de mis amigos? ¿superé mis temores y me atreví a dar un paso adelante?
Y en ese momento no recordaremos ni la décima parte de los problemas que estamos viviendo ahora, entonces ¿por qué perder tiempo en ellos? En cambio, cuando cierres tus ojos y veas hacia atrás recordarás los momentos que dijiste: «YO lo hago», «YO no me riendo», «YO sigo».
Porque cuando tu hijo o tu hija te diga «papá, mamá, no puedo hacerlo» tú le querrás decir «Sí puedes hijo/a, tú puedes hacerlo, todo se puede».
Y entonces, el te va a mirar a los ojos y te va a decir «¿y si se puede por qué tu no lo hiciste?» «¿y si se puede por qué tu abandonaste tus sueños?» «¿por qué tú te rendiste papá, mamá?»
Por eso debemos darnos cuenta que todos los problemas o retos que se presentan en nuestra vida están aquí por una sola razón: enseñarnos algo.
Lo que debemos hacer es aprender la lección y seguir moviéndonos, seguir tus sueños – perseguir tus sueños – porque cuando no los abadonas y sigues adelante, estás dejando una huella en el mundo y esa huella inspirará a muchos de los que están por venir.
¿Y para qué? para cuando llegue el momento de recordar los mejores momentos de tu vida sepas que tú lo diste todo y que tú superaste los retos y no dejaste que ningúna circustancia te detuviera.
Y dentro de diez o veinte años, cuando estés conversando con tus hijos y tus nietos puedas mirarlos a los ojos y decirles «no abandonen sus sueños, ustedes merecen ser felices, completamente felices».
Por esta razón hoy te pido una sola cosa: no abandones tus sueños, no abandones tus sueños, no los abandones, NUNCA.