Nelson Portugal

Planificación basada en la gestión de frustraciones

La frustración puede ser el mejor insumo para crear un mejor futuro y, en especial, darte claridad sobre cómo puedes construir un nuevo año que te entusiasme.

Y es que, aunque la frustración suele inhabilitarnos a causa de no conseguir lo que deseamos en el pasado, también tiene la posibilidad de impulsarnos a hacer mejorar las cosas en adelante.

La razón es simple, la frustración es información valiosa en tu vida pues te muestra qué es realmente importante para ti y – lo mejor de todo – te dice, con autenticidad, de qué manera no quieres que sea. 

Esta información que, normalmente es pasada por alto o incluso es usada para juzgarnos a nosotros mismos o culpar a otros, puede ser utilizada para establecer una visión clara sobre cómo te gustaría que sea tu vida de ahora en adelante.

Es cierto, hoy en día se habla acerca de ser positivos y enfocarte únicamente en lo que quieres y no en lo que n-o quieres. Es inevitable, sin embargo, que nuestra mente vea con mayor facilidad aquello que no queremos en nuestra vida.

De ahí que sea más sencillo, y natural, hacer una lista de las cosas del pasado que no queremos llevar hacia el futuro. Una lista que puedes hacer no solo cuando estés de buen humor o listo(a) para sentarte a planificar – lo cual rara vez sucede, sino en cualquier momento del día.

De hecho, lo puedes hacer en este mismo instante: puedes anotar las cosas que te frustran y no quieres volver a vivir. Lo mejor de todo es que, debido a que no te están pasando en este instante, no tienes la carga emocional que suele paralizarte.

Lo anterior te permite que, luego de tener claro lo que te frustre puedas escribir al costado de cada punto, cómo te gustaría que dicha situación sea en adelante.

Si, por ejemplo, algo que te frustra es llegar tarde a las reuniones, entonces ahora puedes describir que te gustaría llegar quince minutos antes a las reuniones este año. El siguiente paso es escribir el conjunto de acciones, hábitos o maneras en las que harás eso posible.

Con este proceso, que denomino, “Planificación Basada en la Gestión de Frustraciones”, disfrutas de múltiples beneficios:

  1. Te aseguras de establecer objetivos genuinos que son realmente importantes para ti. Con frecuencia, cuando haces una lista de metas, incluyes logros que consideras que “deberías” tener porque “se supone” que es así. Al partir de lo que te frustra, los deseos que planteas provienen de manera auténtica de lo que te mueve emocionalmente.
  2. Cambias la manera en que ves la frustración en tu vida por lo que, en adelante, cuando sientas frustración en lugar de paralizarte o simplemente quejarte, tenderás a establecer una nueva visión sobre la situación y, lo más importante, determinarás un plan de acción para hacerlo realidad.
  3. Elevas la probabilidad de planificar, pues como comentaba líneas arriba, con frecuencia postergamos la planificación a un momento en el que nos sintamos bien o “listos”, sin embargo, en cualquier momento puedes ver con facilidad lo que te frustra. Incluso, por obvias razones, estando frustrado(a) puedes hacerlo.

Creo firmemente que, si este nuevo año logras eliminar diez o quince frustraciones del 2019, entonces te asegurarás de progresar significativamente.

Por esa razón, he decidido denominar este 2020 como el año de la “Eliminación de Frustraciones”.

El siguiente año serán nuevas – y mejores frustraciones – que tendremos la satisfacción de eliminar, sin embargo, ahora es momento de empezar con las que tenemos en nuestra vida en este instante.

Separa un momento de esta semana, o mejor aún – de hoy mismo, y haz tu planificación basada en la gestión de frustraciones. Empezando con, si lo deseas, escribir aquí en los comentarios las tres principales frustraciones que te gustaría eliminar este año.

Asegúrate también, luego de leer este artículo, de compartirlo con alguien que te gustaría que elimine ciertas frustraciones de su vida.