Nelson Portugal

El Puente de la Incomodidad: ¿Cómo afrontar nuevos desafíos?

Con frecuencia, cuando una persona quiere afrontar un nuevo desafío, espera a sentir confianza. Considera que una vez que tenga la confianza necesaria, entonces va a dar los siguientes pasos para poder progresar hacia su objetivo.

Lamentablemente, esa confianza no llega y, por ende, continúa procrastinar las acciones necesarias para poder lograr su objetivo.

Es importante reconocer que cuando estamos frente a un nuevo reto, la confianza probablemente no va a llegar, porque la confianza es el resultado de haber hecho algo antes.

Piensa, por ejemplo, en alguna situación, algún proyecto que ya has desarrollado en el pasado. Es muy probable que cuando piensas al respecto sientes confianza porque ya lo has hecho antes.

El puente de la incomodidad

Sin embargo, ¿qué ocurre cuando piensas en algo nuevo, en algo que todavía no has hecho? Probablemente en lugar de confianza aparezca la incertidumbre. Con esa incertidumbre vendrá el temor, vendrá el miedo y vendrá la inseguridad.

Por esa razón, el objetivo, cuando estamos frente a nuevas oportunidades, no es esperar a que la confianza llegue. Es activar el coraje, la valentía, es decir, hacer las cosas pese a no saber si van a funcionar.

A esto le llamo el puente de la incomodidad. Porque el puente de la incomodidad es lo que nos divide entre donde estamos y donde queremos estar.

Específicamente, debajo de ese puente se encuentra lo que denomino las tres «I»: la incertidumbre, la inseguridad, y la incomodidad.

Cada vez que nosotros realizamos una actividad que nos produce inseguridad o que nos produce incertidumbre o incomodidad, entonces es muy probable que estemos avanzando hacia nuestros objetivos.

Las tres «I» bajo el puente:

Cuando realizamos actividades pese a estas tres «I», entonces estamos actuando con coraje y, luego de actuar con coraje, que por cierto, no se siente tan bien, entonces va apareciendo poco a poco la confianza.

Porque producto de haberlo hecho, pese a no saber si funcionaba, pese a sentir nervios, y pese a no tener esa sensación de certeza o de seguridad, o sentir que estamos listos, vamos empezando a actuar.

Vamos empezando a tener resultados y la confianza se empieza a construir.

El reto del puente de la incomodidad

Por esa razón yo recomiendo realizar una acción de coraje al día y si lo hacemos en treinta días, transformamos nuestra vida.

Te invito a que practiques a atravesar ese puente y la incomodidad, a que encuentres oportunidades para hacer algo que te incomode, algo que te dé miedo y algo que no sepas si va a funcionar o no.

Específicamente, te invito a participar del siguiente reto:

  1. Haz algo que te incomode en las próximas veinticuatro horas. Podría ser algo tan simple como recoger un papel del suelo, planchar una camisa o despertar una hora más temprano.
  2. También te invito a que encuentres algo que te dé miedo, pero es importante para ti y que lo hagas en los próximos siete días. De pronto podría ser dar una opinión en una reunión de trabajo, podría ser empezar un nuevo proyecto. Dar ese primer paso podría ser aceptar una oportunidad que representa un cambio positivo para ti.
  3. Encuentra algo que has querido pedir por algún tiempo, pero aún no lo has hecho. Porque no estabas seguro si recibirás una respuesta positiva o una negativa. Identifica y pídelo.

Conclusión:

No importa el resultado que consigas. Con sólo completar estos tres ejercicios ya estarás fortaleciendo tu capacidad para actuar con coraje y con valentía. Y es así como estarás cada vez más cerca de tus objetivos cruzando el puente de la incomodidad.