Seamos honestos.
Las discusiones y «peleas» con nuestra pareja son una parte innegable de nuestra semana -o incluso de nuestro día a día – que afecta cómo nos sentimos, nos relacionamos y nos desempeñamos en todas las áreas de nuestra vida.
Peleamos porque «no nos entiende», porque «siempre hace lo mismo», porque es «un desconsiderado» o porque «no nos deja en paz».
«Tú no cambias»
Le decimos:
- «Ya no te aguanto»
- «Siempre es lo mismo contigo»
- «Ya me aburrí de esto»
O, si estamos en el auto la conversación va algo así:
– Para, me bajo aquí. Me voy sola.
– No, es peligroso. Te llevo a tu casa.
– No, no me importa… aquí me bajo, YO me puedo ir SOLA.
Segundos más tarde se escucha un fuerte «PUM!».
Lo único que queda de esta discusión es una puerta golpeada y una relación deteriorada. Y, por supuesto, luego lo único que te queda es comentarle a tus amigos o familiares «mi pareja y yo discutimos mucho».
Lo que dejan las discusiones de pareja
Sí, tres semanas más tarde esta situación podría ser una historia graciosa que le cuentas a tus amigos(as) en una reunión.
…pero déjame decirte algo:
Estas reacciones – las tuyas y las de tu pareja – van destruyendo tu relación cada vez más.
La deterioran, la vuelven más distante, menos íntima y crean resentimientos que pueden marcar tu relación para siempre.
Porque aunque la quieres, aunque él es todo para ti, la forma en que reaccionas, las palabras que le dices y las decisiones que tomas en esos momentos le hacen daño.
A ti y a él, a ella.
- … aún cuando esa no fuera tu intención.
- …aún cuando luego te arrepientas de lo que hiciste.
- …aún cuando prometas que «ya no serás así».
Lo mismo sucede cuando la discusión se da en la relación con tus amigos(as), con tus padres, hermanos(as) o compañero de trabajo por lo que si actualmente no tienes una pareja, lo que te diré a continuación es igual de importante para ti.
Cómo evitarlas
Entonces,
¿Cómo podemos disminuir este tipo de discusiones? ¿qué hace que reaccionemos impulsivamente?
Y, sobretodo ¿cómo podemos evitarlo?
En este artículo respondo cada una de estas preguntas y te doy una técnica efectiva – que no había hecho pública hasta ahora – sobre cómo hacer esto posible.
Esta técnica será una herramienta que podrás utilizar cada vez que estés a punto de iniciar una discusión (para evitarla) o cuando ya estés en medio de una (para solucionarla).
Pero por ahora me gustaría pedirte dos cosas bastantes sencillas.
- Haz click aquí y responde esta a breve encuesta anónima (te tomará menos de dos minutos) para que me permitas conocer que problemas específicos debería ayudarte a solucionar en las próximas semanas
- Luego de responder esta encuesta, escribe aquí abajo en los comentarios ¿cuál suele ser la razon principal por las que discutes con tu pareja (o solías hacerlo con tu ex-pareja)?
Realiza estas dos pequeñas acciones ahora y nos vemos el día miércoles para continuar en nuestro camino hacia una Maestría Emocional.