Una de las preguntas con las que suelo iniciar mis conferencias es:
«¿Quien aquí está ganando el doble de dinero de lo que ganaba hace dos años?»
Inevitablemente, alrededor del 80% de personas levanta la mano.
Luego pregunto:
«¿Y quién de ustedes siente más estrés que antes?»
Todos mantienen la mano en alto.
Y es que nos gustaría pensar que conforme mejor nos vaya en nuestra vida profesional, mejor nos sentiremos en nuestra vida personal.
La verdad acerca de las emociones
Creemos que, si tan solo consiguiéramos «ése ascenso», cerráramos «ésa gran venta» o solucionáramos «ése problema» el estrés desaparecería.
Sin embargo, las estadísticas – y la vida misma- nos demuestran que estamos equivocados.
Miremos dos de ellas que nos presenta la OMS (Organización Mundial de la Salud):
- Pese a la mejora económica 44% de los ejecutivos reportan sentir más estrés que lo que sentían hace cinco años.
- Pese a una mejora en la calidad de vida 60% del total de las enfermedades están siendo generadas por el estrés.
Aunque sorprendentes para muchos, estas estadísticas solo validan la teoría que Albert Ellis, reconocido psicoterapeuta cognitivo, llamara en 1955 «La Terapia Racional Emotiva Conductual».
En esta teoría Ellis explica que no son las circunstancias a nuestro alrededor las que generan las emociones sino que son los pensamientos y creencias que tenemos sobre la situación lo que las generan.
En otras palabras, no es una situación específica la que genera el estrés sino la forma en que percibimos la situación.
Esta realización nos obliga a replantearnos la problemática del estrés y nos invita a preguntarnos lo siguiente:
El proceso para manejar tus emociones
¿Cuál es, entonces, el camino más efectivo hacia una vida con un menor nivel de estrés?
¿Cómo podemos seguir creciendo personal y profesionalmente sin tener que sufrir las consecuencias negativas del estrés continuo?
Y, especialmente:
¿Cómo podemos influir en los factores que determinan nuestras emociones para reducir la frecuencia y la intensidad con la que sentimos estrés, ansiedad frustración, ira, impaciencia y preocupación?
La solución está en desarrollar la capacidad de reconocer, entender y manejar la percepción que tenemos acerca de lo que sucede a nuestro alrededor, pues si logramos hacerlo podremos:
- Conseguir calma en momentos que normalmente nos estresarían y, por ende, evitaríamos problemas de salud como la fatiga, la obesidad (sí, el estrés contribuye a la obesidad) y/o problemas cardíacos.
- Escuchar en lugar de gritar y entender en lugar de criticar de modo que cultivaríamos mejores relaciones con nuestros(as) compañeros(as) de trabajo, familiares, amigos(as) y personas en general.
- Enfocarnos en las soluciones en lugar de buscar culpables o seguir lamentándonos lo que nos permitiría tomar mejores decisiones en nuestra vida y ser más productivos en nuestro trabajo.
Y por si esto no fuera suficiente, podremos disfrutar más de nuestro día a día.
¿Qué mejor beneficio podríamos obtener que sentirnos bien a lo largo de nuestro día?
…de nuestra semana, de nuestro mes, de nuestro año, de nuestra vida.
Permíteme enseñarte lo que muy pocos saben
Ése es mi objetivo para ti: que tengas la capacidad de reducir – a voluntad – el nivel, la frecuencia y la intensidad de aquellas emociones que no te están sirviendo.
No a través de consejos típicos que no funcionan y vemos en YouTube, escuchamos en talleres o leemos en frases de Facebook.
Mira por ejemplo uno de los consejos que le da una «institución especializada» a sus más de 400 mil seguidores:
O mira esta otra frase típica de Facebook que recibe cientos de «likes»:
Este tipo de consejos, aunque bien intencionados, solo nos dicen qué debemos hacer, pero no el cómo hacerlo.
Pero eso se terminó.
En los siguientes artículos te enseñaré conceptos, herramientas y técnicas que realmente funcionan.
Los mismos conceptos, herramientas y técnicas que he utilizado durante los últimos tres años para enseñarle a miles de profesionales a manejar sus emociones efectivamente.
Por ahora quiero que escribas en los comentarios lo siguiente:
- Una emoción que te gustaría dejar de sentir, sentir con menor frecuencia y/o con menor intensidad.
- Qué beneficio específico obtendrías en tu vida si tuvieras la capacidad de manejar esa emoción
Escribe tus respuestas aquí abajo y luego lee los beneficios de las emociones negativas para que puedas, finalmente, desarrollar la capacidad de manejar tus emociones.