Sé que todos nosotros estamos aquí por dos razones específicas: crecer como personas y contribuir con la felicidad
Y sin embargo, a veces hay barreras que se ponen en nuestro camino y una de ellas es nuestra cabeza, específicamente nuestros pensamientos.
De hecho, hay tres pensamientos que nos limitan frente a la solución de un problema: (1) creer que durará para siempre, (2) creer que afecta todas las áreas de nuestra vida y (3) creer que no podemos acerca nada al respecto.
Estos tres pensamientos nos hacen sentir estrés, frustración, cólera y tristeza. Piensa, por ejemplo, en algo que te haya estresado o molestado últimamente… ¿qué tuviste que creer frente a ese problema para sentirte así? ¿creíste de alguna forma que eso no cambiaría jamás? ¿pensaste que no estabas en control?
Piensa en cómo te sentirías frente a esa misma situación si reconoces que no será eterno, que tú puedes hacer algo para mejorarlo y que eso no afecta las demás áreas de tu vida… todo cambiaría, ¿no es así?
Te invito a que a partir de hoy veas los problemas como lo que son: problemas y nada más. Y frente a un problema te enfoques en la solución.
Reconoce que:
- No durará para siempre,
- No necesiariamente afecta otras áreas de tu vida
- Siempre hay algo que tú puedas hacer para solucionar el problema
- Tú puedes cambiar el significado de lo que está ocurriendo
Un abrazo fuerte,
Nelson Portugal