Tal vez decidiste empezar a hacer dieta, pero solo te duró una semana.
O tal vez decidiste empezar a hacer ejercicio, te compraste un nuevo short o incluso nuevas zapatillas. Le contaste a tus amigos, lo publicaste en Facebook y a los pocos días…
Nada. De regreso la misma rutina de siempre. No dieta. No gimnasio.
¿Por qué pasa esto? ¿Por qué es tan complicado cambiar?
Por qué es tan complicado cambiar
Pensaríamos que es por la falta de costumbre, de motivación o incluso de recursos (la ropa, la comida saludable, tiempo, etc).
Aunque todo esto haría más sencillo el cambio, tú y yo sabemos que no es la razón principal. Lo que hace más complicado el cambio es nuestro entorno y el efecto que dejamos que tenga en nosotros.
Píensalo, ¿qué te suelen decir tus amigos cuando le dices que vas a empezar algo nuevo?
¿No que a ti te daba igual qué comías? ¿No que no tenías tiempo? ¿No que eso no era para ti? ¿No que no?» ¿No que no? y más ¿no qué no’s?
¿Y cómo nos suele hacer sentir esta pregunta? Como traidores, mentirosos, farsantes…
Qué hacer para cambiar
Entonces ¿qué es lo que hacemos? Volvemos a ser quienes solíamos ser, olvidamos lo que queriamos hacer y regresamos a la rutina de siempre.
Todo esto porque no nos atrevemos a ser dos cosas a la vez. Aunque la verdad es que nosotros somos mil cosas a la vez.
Nosotros tenemos derecho a ser quien queramos ser y tenemos el deber de defender este derecho.
Para poder aceptar el cambio, entonces, debemos primero aceptar que nosotros tenemos la capacidad de expandir nuestra identidad tanto como queramos.
Aquí te dejo un mensaje que grabé ayer por la noche cuando pensaba justamente en esto:
Nunca lo olvides y nunca te conformes con menos de lo que puedes llegar a ser, crear o compartir.
Ahora me gustaría saber de ti:
1. ¿Alguna vez quisiste hacer un cambio en tu vida y no pudiste? ¿por qué? ¿qué hizo que el cambio fallara?
2. ¿Te han pregunta alguna vez el famoso «no que no»?
Escribe tus respuestas aquí abajo en los comentarios.