Nelson Portugal

Rechaza las oportunidades que se te presentan

En los últimos treinta días he rechazado tres grandes oportunidades en mi vida.

  1. Ser entrevistado en un importante medio de prensa escrita.
  2. Viajar de vacaciones durante una semana a Argentina.
  3. Recibir una pizza adicional en mi pedido por menos de un dólar.

Frente a estas decisiones obtuve todo tipo de comentarios.

Un amigo me dijo que debería haber aprovechado la entrevista que me ofrecieron.

«Toda publicidad es buena» – me recalcó.

Otra amiga me preguntó que cómo podía perder la oportunidad de viajar.

«Aunque sea hubieras ido dos días» – me aconsejó.

Y el cajero de la pizzería me sugirió que lleve la segunda pizza, que es «casi gratis».

«Por menos de un dólar se va a llevar una pizza que cuesta más de diez» – concluyó.

La realidad detrás de las oportunidades

En primera instancia parecería que ellos tuvieran razón y que yo desaproveché grandes oportunidades.

De hecho, dependiendo del estado actual en el que te encuentres en tu vida, tú podrías estar pensando lo mismo.

Sin embargo, si analizamos cada situación, nos daremos cuenta de la realidad.

  1. En primera instancia: me entrevistarían en un medio de prensa importante y miles de personas me hubiera leído, conocido y, probablemente, seguido.
    La realidad: la entrevista era sobre negocios, un tema por el cual no quiero ser conocido – todavía.
  2. En primera instancia: me iría de vacaciones por una semana a conocer y disfrutar de Argentina.
    La realidad: Ya he ido tres veces a Argentina, tenía dos capacitaciones programadas en Perú en la misma fecha del viaje y mi prioridad está en crecer mi empresa.
  3. En primera instancia: por menos de un dólar iba a recibir una pizza que vale más de diez.
    La realidad: una pizza era suficiente para llenarme, no quería ni podía comer más.

Ahora, las líneas anteriores podrían hacerte creer que esta historia se trata sobre mi, pero pronto te darás cuenta que esta historia tiene mucho más que ver contigo que conmigo.

La razón es simple:

A través de ella quiero que reconozcas lo fácil que es catalogar una situación como «oportunidad» cuando no hemos definido qué es importante para nosotros.

Quiero que reconozcas también lo difícil que es rechazar una «oportunidad», pese a que no se alinea a lo que queremos porque hacerlo nos genera una sensación de pérdida.

Oportunidades: estrés, ansiedad, culpa y frustración

Pensamos que si dejamos pasar esa «gran oportunidad», la habremos desaprovechado – para siempre.

…y es nuestra tendencia a alejarnos de la sensación de pérdida y acercarnos a la idea de «ganar» la que elimina nuestra capacidad de evaluar racionalmente si lo que se presenta como una oportunidad, lo es realmente para nosotros.

Esta tendencia evita que nos atrevamos a rechazar la supuesta «gran oportunidad» y, entonces, la ponemos en la incontable lista de «deberías» que cargamos diariamente.

Con ello completamos la receta perfecta de sentimiento de culpa, frustración y arrepentimiento con la que vivimos a lo largo de nuestra vida.

Mi intención es ayudarte a liberar de todo ello y para lograrlo te pediré que empieces a hacer algo extremadamente importante, pero excesivamente ignorado:

Rechaza rápidamente y sin culpa las oportunidades que no contribuyan a conseguir lo que quieres en tu vida. – RTuitéalo

Recházalas rápido, recházalas libre de culpas, recházalas con una sonrisa.

Di lo siguiente:

Y es que con cada oportunidad que rechazas, liberas espacio para aceptar otra – la que realmente te importa.

Con cada «no» que le dices a lo que no quieres, le estás volviendo a decir «sí» a lo que quieres y, específicamente, le estás diciendo «sí» a lo que es importante para ti.

De la misma forma, cuando «aprovechas» una oportunidad que no está alineada a lo que quieres en la vida, por más «grande» que sea la oportunidad, te estás alejando de tus objetivos.

Éstas son algunas reacciones frente a las «oportunidades»

Muchos dicen:

«Es que mi empresa me ayudará a pagar parte del MBA, debería aprovecharlo. Todo el mundo está estudiado un MBA y si no tengo uno podré crecer profesionalmente»

Algunos otros dicen:

«Por fin tengo el tiempo y el dinero para estudiar algo más y he escuchado que hablar varios idiomas te ayuda a mejorar el CV. Debería estudiar ingles, chino, portugués, etc.».

Otros tantos dicen:

«Es lindo(a), nos llevamos bien, tiene un buen trabajo, no estoy enamorado(a), pero es un buen hombre, es una buena mujer. Cualquier persona moriría por tener una pareja así, no puedo terminar con él, con ella».

Varios otros dicen:

«No tenía pensado viajar porque no tengo dinero y ya tengo demasiadas deudas pero vi el pasaje con 70% de descuento. Sería tonto(a) si no lo aprovechaba».

* * *

Esta mayoría vive con la consigna que: «las oportunidades hay que aprovecharlas cuando se dan» y cambia de prioridades en la vida dependiendo del nivel de dificultad o facilidad del logro de las mismas.

Van por la vida «aprovechando» oportunidades por el simple hecho que aparentan ser mejores o porque representan la oportunidad perfecta para cumplir con lo que «deberían» hacer.

Típica frase «motivacional» con miles de like en Facebook

Lamentablemente, estas personas olvidan una pieza clave: lo que realmente quieren, lo que es importante para ellos en la vida.

No para la sociedad, para ellos. No lo que «deberían» hacer, lo que quieren hacer.

Yo no quiero que seas uno de ellos, ya no.

De hecho, lo que quiero es que empieces a rechazar las oportunidades que te da la vida y empieces a crear tus propias oportunidades.

Quiero que seas de los pocos que dicen

«Una oportunidad es una oportunidad solo en la medida que me ayude a conseguir lo que quiero, si no: es una distracción.» RTuitéalo

Que seas de los pocos que:

Hoy quiero que tú también adoptes esta mentalidad porque…

Adoptar esta nueva mentalidad te ayudará a eliminar la sensación de culpa en tu vida y reducirá drásticamente el sentimiento de estrés, ansiedad y frustración.

También te permitirá rechazar aquellas opciones que no son importantes para ti aún cuando, quienes te rodean, te las presentan como «grandes» oportunidades.

Y podrás, finalmente, recuperar tu tranquilidad física, tu tranquilidad mental, tu tranquilidad emocional y podrás recuperar también el control de tu tiempo, de tus decisiones y de tus acciones.

¿Para qué?

Ése es mi objetivo para ti de ahora en adelante.

Rechaza una «gran» oportunidad, recházala ahora

Por esa razón quiero en este momento decidas rechazar una alternativa que, aunque «todo el mundo» te dice que es una gran oportunidad, no te ayuda a conseguir lo que quieres en la vida.

Para ello quiero que hagas lo siguiente:

  1. Identifica una «oportunidad» que temías rechazar (o te sentías culpable por no aprovechar) que has reconocido que no te ayuda a conseguir lo que quieres en la vida.
  2. Recházala escribiéndo aquí en los comentarios (1) cual fue la «gran»oportunidad, (2) por qué no es buena para ti en estos momentos y (3) cómo se siente haberte librado del sentimiento de culpa que te generaba.

Estaré encantado de leer tus comentarios y conocer qué harás con el tiempo, la emoción y la energía que has recuperado al liberarte de uno de los «deberías» de tu vida que – la verdad – no deberías, nunca debiste y nunca deberás.

Y, en adelante, asegúrate de rechazar con una gran sonrisa en el rostro aquellas distracciones disfrazadas de oportunidades que solo intentan sumergirte entre los «deberías» que la sociedad creó hace muchos años para un mundo que ya no existe.