Hace unos días envié un correo sobre cómo sentir más confianza en tus capacidades, en el que compartí un concepto importante:

«Cuando no logramos el resultado que deseamos no es porque nos falta talento, lo que nos hace falta es el puente que lo conecta con el público que se beneficiará de él.»

Podemos confirmar la veracidad de esta idea, en las siguientes tres situaciones:

• Un arquitecto que no tiene un trabajo, no es – necesariamente – menos talentoso que uno que sí lo tiene. Es solo que aquel que tiene trabajo, ha logrado conectar su talento con un empleador, quien se beneficia de sus habilidades.
• Una persona independiente que no genera los ingresos que le gustaría no es menos talentosa que quien es libre financieramente. Lo que sucede es que, a quien le falta ingresos, aún no ha logrado que sus fortalezas sean aprovechadas por más y/o mejores clientes.
• Un profesional que se encuentra en un trabajo que no disfruta, ya sea porque no cumple sus expectativas salariales, por que no le permite generar el impacto que desea o por el ambiente de trabajo, aún no encontrado el lugar en el que su talento le permita brillar.

El desafío es que, pese a que en ninguno de estos casos lo que hace falta es talento, la mayoría de personas intenta ascender o crecer en su vida enfocándose únicamente en fortalecer sus habilidades.

Cómo lograr que te valoren más

Evidentemente, es importante ser cada vez mejores en lo que hacemos. Sin embargo, más habilidades no necesariamente se traducirá en un mejor trabajo, mayores ingresos y/o una mejor calidad de vida.

La realidad es que, a veces, es mejor encontrar «un lugar» en el que nuestras habilidades ya existentes sean más valoradas o, mejor aún, aporten un mayor valor.

Un «lugar» no significa, necesariamente, un lugar físicamente diferente. Un lugar distinto podría ser:

• Involucrarnos en reuniones en las que tengamos mayor visibilidad, en lugar de dejar nuestras capacidades en nuestra zona habitual.
• Relacionarnos con personas que podamos ayudar con nuestros conocimientos y nos abra oportunidades, en lugar de asilarnos.
• Identificar actividades que utilizan mayor parte de nuestro talento, en lugar de enfocarnos en tareas que dependen de nuestras debilidades.
• Encontrar roles o puestos que nos permitan destacar, con el «simple hecho» de ser nosotros mismos; en lugar de tratar de ser alguien más.
• Descubrir empresas o sectores en las que nuestras capacidades generan mayores ingresos, menores costos, mejora de productividad y/o cultural.

Realizar estos cambios no es fácil, pero te invito a preguntarte, ¿cuánto más podrías crecer si conectas tus habilidades con quienes más se benefician de ellas?

Imagina cuánta más satisfacción sentirías, cuánto más impacto generarías y, por supuesto, cuánto más ingreso generarías. Al pensar en las respuestas, es probable que llegues a la conclusión de que vale la pena hacerlo.

Y es que, en mi opinión, nuestra responsabilidad no solo es desarrollar más habilidades, también es encontrar los lugares en los cuales dejarán una mayor huella.