¡Genial!

No importa lo que suceda, te invito a que tu inmediata respuesta sea: ¡Genial!

Tu labor corporal, mental, emocional y – en algunas ocasiones espiritual – será encontrar la razón por la cual dicha situación es genial.

A veces será fácil buscarla, otras veces difícil y, para serte sincero, en otras extremadamente difícil.

Pero, ¿sabes qué?

Será tu (y mi) determinada intención de encontrarla lo que nos llevará a vivir – sin importar lo que suceda – orgullosos por nuestro pasado, agradecidos por nuestro presente y entusiasmados por nuestro futuro.

Cómo responder ante las situaciones no deseadas

¿Tú hijo(a) desaprobó un examen?

¡Genial!

Esta es tu oportunidad para enseñarle que no es quien no se equivoca quien más crece en la vida sino quien aprende de sus equivocaciones y continúa avanzando.

¿Tuviste un fracaso en tu negocio?

¡Genial!

Esta es tu oportunidad para mostrarle (ya no con palabras sino con acciones) a quienes te rodean que aprender del fracaso es parte de la vida de quienes desean crecer en ella.

¿No te dieron el ascenso que querías?

¡Genial!

Esta es tu oportunidad para reconocer aquellas capacidades en las que puedes mejorar tu nivel y, sobre todo, decidir qué camino es el que realmente quieres tomar en tu vida profesional.

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Verás, cuando reconoces que no es aquello que sucede en tu vida lo que determina tu crecimiento sino tu capacidad para utilizar dichas experiencias para crecer, algo extraordinario sucede:

Recuperas la capacidad que le habías entregado previamente – en forma de responsabilidad – al mundo, la capacidad de encontrar en cada momento de tu vida la forma de ser feliz y «exitoso(a)».