Cómo ser extremadamente bueno en lo que haces
Hace unos días una amiga me preguntó: «¿Cómo sabes todo eso sobre las emociones?»
Fácil, le respondí:
«Solo tuve que leer 34 libros, asistir a 14 conferencias, llevar 5 cursos sobre psicología y comportamiento humano.
Solo tuve que investigar sobre el tema durante los últimos tres años de mi vida.
Apenas tuve que invertir algunas cuantas de decenas de miles de dólares en ello y ah, bueno, pensar, pensar, pensar, poner en práctica, poner en práctica, corregir, corregir y mejorar, mejorar.
Tuve que decirle «no» a muchas otras cosas y, sobretodo, continuar cuando todo parecía que debía detenerme.»
Cómo ser extremadamente bueno en lo que haces
Tantas veces en la vida queremos ser buenos en algo pero no estamos dispuestos a hacer el trabajo necesario.
Queremos conseguir los mejores resultados, pero actuamos solo cuando es fácil.
Queremos ser los mejores en nuestra industria, pero solo queremos invertir unas cuantas horas de nuestro tiempo.
Buscamos lo fácil, lo seguro y lo cómodo y cuando no lo es desistimos, damos un paso al costado y decimos: «es que eso no es para mi».
Yo digo, «haz que sea para ti.»
Haz lo que tengas que hacer para convertirte en el mejor de lo que sea que estés haciendo.
Atrévete a subir la cuesta del miedo, de la incomodidad, de la incertidumbre.
Pocos son los que la suben y por eso es que ahí, en la cima: no hay competencia.
La competencia está ahí abajo, donde todo es fácil, cómodo y sencillo.
Aléjate de ello.
De hecho, con cada dificultad que superes creas una mayor distancia entre quienes se quedarán a la mitad (o al inicio) y tú:
…quien está dispuesto a hacer lo que tenga que hacer para ser extremadamente bueno en lo que hace.
No hay atajos.
Tendrás que subir por la cuesta, súbela ahora. No después.
Aléjate de aquellos que te digan que no existe tal cuesta. Y, más bien, camina hacia ella: con determinación, compromiso y mucho, mucho esfuerzo.
Ya te digo:
Conseguir aquello que quieres no será fácil, pero te prometo que valdrá la pena.
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