Cómo vivir hasta los 120
Hoy quiero hablarte acerca del resto de tu vida.
Para ello quiero pedirte que hagas conmigo el siguiente ejercicio:
Cierra tus ojos por un momento y piensa en una persona de ochenta años. Observa durante algunos segundos cómo luce y reconoce cómo se siente.
¿Ya lo tienes? Hazlo por un momento, es simple pero necesario para lo que está por venir.
–
¿Lo hiciste?
Bien.
Si ya lo has hecho quiero que respondas las siguientes preguntas acerca de la persona que viste en tu mente (si aún no lo has hecho, hazlo ahora antes de ver las preguntas):
- ¿Es fuerte y está saludable?
- ¿Se siente con un alto nivel de energía?
- ¿Aún le apasiona perseguir sus sueños?
- ¿Es feliz?
O acaso, ¿ya está cansada, enferma y aburrida?
Cualquiera haya sido la imagen que dibujaste en tu mente respecto a una persona de ochenta años es la forma en que tú crees que serás/lucirás/sentirás a esa edad.
¿La razón?
Porque es la referencia que has observado a lo largo de tu vida acerca de cómo luce una persona de ochenta años, cómo vive la vida una persona de ochenta años, cuál es el nivel de motivación de una persona de ochenta años.
Cómo vivir hasta los 120
La pregunta ahora es: ¿quieres lucir así cuando tengas ochenta años?
O acaso te gustaría tener más energía, estar más motivado, poder aún disfrutar de la vida, seguir aprendiendo cosas nuevas y estar cada vez más saludable.
…
Hace un año atrás le preguntaron a Bill Gates en el Foro Boao de China cómo le gustaría ser recordado dentro de cien años, si acaso quería ser recordado como filántropo o como fundador de Microsoft.
«Dentro de cien años aún espero estar aquí»
Él no es el único que considera – y está trabajando fuertemente en ello – que dentro de algunos años será posible vivir saludablemente hasta los 120, 130, 150 o incluso 450 años.
Revoluacionario, lo sé. Cuestionable, lo sé – pero, creo yo, posible: muy posible.
Peter Diamandis, fundador – junto a Google, Kauffman Foundation, Cisco y algunas empresas más – de Singularity University recientemente creó Human Longevity, una empresa dedicada a expandir la vida humana a través del desarrollo de nuevas tecnologías y el uso, entre otras cosas, de la próxima gerenación de secuenciación de ADN.
Yo no sé si tú y yo podremos llegar a ver lo que, como humanidad, lograremos en las siguientes décadas – pero sí sé que existen hábitos que podemos incluir en nuestro día a día para vivir una vida sana y, con la gracia de Dios, continuar disfrutando de ella y teniendo un impacto positivo en la vida de las personas que nos rodean.
En las próximas líneas compartiré contigo tres hábitos que puedes incluir en tu forma de vivir para hacer esto posible:
1. Crea buenas relaciones
El estudio más extenso, con más de 700 personas estudiadas durante 75 años, realizado sobre la felicidad por la Universidad de Harvard encontró que el factor determinante de la satisfacción personal – y salud física – es la calidad de relaciones que mantenemos en nuestra vida.
Mi pregunta es; ¿cómo están tus relaciones? ¿Has creado buenas relaciones durante este tiempo con tus compañeros de trabajo, tu equipo, tu jefe, tu familia? … basadas en el entendimiento, la escucha, el amor.
Empieza a cultivar las relaciones más importantes de tu vida. Llama a tus amigos (olvida el WhatsApp por unos minutos), ve a vistarlos a su casa en un día cualquiera, profundiza las conversaciones con quienes te rodean.
Ve más allá del cómo están o qué están haciendo, visita a ese familiar que te cuidó cuando eras pequeño.
Perdona. Ama. Agradece. Ayuda: de eso se trata la vida.
2. Mantén una cuerpo sano
No te diré lo que no debes hacer: que no posterges la dieta, que no comas arroz o que dejes la gaseosa si quiera. Eso ya lo sabes, lo has escuchado y lo más probable es que lo hayas intentado hacer una y otra vez.
Lo que te diré es lo que puedes hacer:
Respira profundamente cinco veces al despertar, luego toma dos vasos de agua con limón recibiendo la luz del día y come una ensalada de verduras después de ello (sí, verduras – luego puedes tomar tu desayuno regular).
Mira mi simple – y nutritiva- ensalada de hoy martes por la mañana:
Al finalizar el día, tómate un minuto para agradecer por tres cosas que te sientes feliz de tener en tu vida.
Energía. Salud. Agradecimiento – eso es lo que recibirás al hacerlo cada día.
3. Enfócate en el largo plazo
La mayor parte del estrés, ansiedad, frustración proviene de un enfoque a corto plazo: «¿qué van a pensar de mi si me equivoco?», «¿qué pasa si lo intento y fracaso?», «¿cómo pudo mentirme?»
Visto desde lo alto, desde la verdadera dimensión y alcance de tu vida – el verdadero impacto que puedes generar en ti mismo, en tu familia, en la sociedad – las respuestas a esas preguntas son detalles: simples y banales detalles.
De la misma forma lo es el tráfico, el error de una persona del equipo que lideras, la conversación incómoda que continuas postergando. Nada eso importa. Todo ello tiene solución, solo que el enojo, la culpa o la frustración nos altera y evita que la veamos con claridad – nos hace «explotar».
No permitas que lo haga. Solo eleva tu nivel de preocupación. Soluciónalo y continua avanzando.
Pregúntate: ¿cuál será el impacto de mi acción en los próximos 15 años de mi vida? Escucha la respuesta y decide en base a ella, en todo: tu salud, tus relaciones, tu desarrollo profesional.
Podrás vivir una mejor vida, para ti y para el resto de la humanidad.
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