Morimos buscando seguridad en la vida y, sin embargo, cuando la conseguimos empezamos a perder el interés por la vida.

Crees que lo que necesitas es seguridad: un anillo en el dedo, un contrato indefinido, un negocio exitoso, un cuerpo sin enfermedades, una vida sin riesgos.

Cómo vivir plenamente

Y, sin embargo, ese anillo en el dedo te hace olvidar que debes seguir enamorando a tu pareja, que debes sorprenderlo(a), quererlo(a) y apreciarlo(a) más cada día.

Ese anillo en el dedo te crea la ilusión que estará a tu lado para siempre y que despertar a su lado ya no es «tan» sexy, sensual o atractivo.

Y ese contrato indefinido – o negocio exitoso – evita que al despertar aprecies la satisfacción de tener la oportunidad de servir, de generar ingresos, de aportar valor a los demás.

Esa supuesta seguridad limita tu creatividad, tu esfuerzo, tu motivación porque… «¿ya para qué?»

Y es que no es hasta cuando creemos que podemos perder algo cuando empezamos a apreciarlo realmente.

Nuestra vida, por ejemplo, la damos por segura, por sentada, por «obvia» y entonces olvidamos apreciarla.

Y, sin darnos cuenta, vivimos como si nunca fuéramos a morir… hasta que la vida nos muestra que vivir, estar con vida, no es seguro – en lo absoluto.

En ese momento – muchas veces critico – es cuando reconocemos que vivir fue siempre una total bendición.

¿Quieres vivir plenamente?

Sorpréndete de todo aquello que hoy crees que es seguro.

Aprécialo como si no supieras si estará mañana porque, la verdad, no sabemos si estará.

Esfuérzate para tener un anillo en el dedo, un negocio exitoso, una buena salud y una vida sin riesgos; pero no permitas que la seguridad borre la belleza indescriptible de un beso, de un ingreso mensual, de un «simple» despertar con vida.

…porque es ahí, en la convivencia de la incertidumbre con la seguridad, donde se esconden las maravillas de la vida.

Vive ahí, en ese lugar, apreciando lo que hoy tienes y cada día – sin importar lo que suceda – será un gran día.