Cuando querer no es poder
Las personas dicen «querer es poder» y yo no creo que es cierto.
Creo que «querer» te podría dar ganas de «poder», es decir solo te hace «querer poder».
Cuando querer no es poder
«Poder», sin embargo, va más allá de simplemente «querer poder».
«Poder» incluye incertidumbre, inseguridad y miedo.
Requiere actuar pese a todo ello.
Incluye coraje: hacer pese a no poder – una y otra vez, hasta poder.
«Querer» entonces, lo que realmente significa es «temer».
Temer y actuar pese a ese temor sin poder hasta poder – cada vez.
El problema es que la mayoría de personas no quieren temer, menos aún actuar pese a ese temor.
Es por eso que no se atreven a querer, a querer realmente.
Y, lamentablemente, viven queriendo lo que pueden en lugar de esforzándose para poder lo que quieren.
No los culpo.
No es sencillo.
No es sencillo atreverse a querer lo que aún no podemos.
No es sencillo exponerse al mundo a un posible y rotundo fracaso.
No es sencillo vivir con coraje. No se siente bien – en lo absoluto.
Por eso nos engañamos a nosotros mismos respecto a lo que realmente queremos.
Decimos que no nos importa porque no hemos sido capaces de conseguirlo.
Decimos que estamos bien «así», que «no es tan malo», que «ya nos acostumbramos».
…buscando alejarnos del dolor de aceptar que (aún) no podemos, que no será fácil, que requerirá esfuerzo – mucho esfuerzo – poder.
…buscando alejarnos, principalmente, del temor.
–
Tú, querido(a) amigo(a), decide vivir de una manera diferente.
Decide tener el coraje de querer.
Atrévete a querer.
Atrévete a decir:
«Sí, aún no sé cómo lo haré, pero lo quiero».
«Sí, tengo miedo de no lograrlo, pero lo intentaré».
«Sí, lo intenté y no lo pude hacer – pero aún lo quiero».
Atrévete, en esencia, a temer.
Atrévete a sentir temor correr por cada parte de ti y actuar pese a él.
Eso significa querer, querer realmente.
Y es justamente ello lo que te permitirá crecer – a ti y al mundo.