Si estás en una relación, probablemente en alguna oportunidad te has preguntado “¿dónde está la persona de la cual me enamoré?», especialmente si llevan años juntos.

Con esta pregunta te refieres a una marcada diferencia entre el lado “positivo” de tu pareja y el lado que llamaremos “difícil de comprender”.

El confuso intercambio entre ambos lados hace que las personas se abrumen, estresen y – de alguna manera – pierdan confianza en la existencia de un futuro prometedor juntos.

La manera de ser vs la forma de reacción

Por ello, es importante diferenciar claramente la manera de ser de tu pareja de su forma de reaccionar.

• Su manera de ser es todo lo que hace cuando se encuentra en equilibrio, es decir en control de sus propias emociones.
• Su forma de reaccionar es todo lo que hace cuando está en desequilibrio, es decir ha perdido el control de sus emociones.

Probablemente tú te enamoraste de la forma de ser de tu pareja. Sin embargo, es crucial que reconozcas que tu relación incluirá su forma de reaccionar también.

No es posible que estés en una relación exclusiva con su forma de ser. Al estar con él o ella también estás con su manera de reaccionar.

Las buena noticia es que esta forma de reaccionar se puede cambiar – para bien. Específicamente hay cinco cosas que se pueden mejorar:

1. La cantidad de situaciones que lleva a tu pareja a perder el control de sus emociones.
2. La intensidad emocional a la que llega cuando se altera.
3. Las conductas que realiza cuando se encuentra en desequilibrio.
4. La rapidez con la cual vuelve a entrar en equilibrio.
5. La frecuencia con la que logra reconocer su responsabilidad y repara el daño.

Por supuesto, son estas cinco cosas en las que tú puedes mejorar también.

Este cambio no es un suceso inmediato. Por el contrario, es un proceso continuo en el que ambos fortalecen su equilibrio emocional.

Un proceso que, en definitiva, vale la pena recorrer pues al hacerlo podrán más tiempo viviendo desde su manera de ser.

Aquella de la cual se enamoraron en primer lugar.