Con el tiempo aprendí que es mejor fracasar en la vida real intentando lograr algo importante que fracasar escondiéndome en mi mente.

Aprendí que es mejor perder habiéndolo intentado que perder sin haber tomado acción.

Aprendí que quien no camina no se cae, pero tampoco avanza.

No siente vergüenza, pero tampoco orgullo.

No es criticado, pero tampoco progresa.

Y aprendí lo que hoy escribo para ti.

El puente de la incomodidad

Si queremos lograr lo que queremos en la vida, debemos estar dispuestos a avanzar, incluso cuando no estamos seguros que saldrá bien.

Debemos estar dispuesto a cruzar lo que yo llamo «el puente de la incomodad», que conecta tu situación actual con tu situación ideal.

Y es que todo aquel que quiera llegar donde aún no está, deberá pasar por un período de incomodidad, de incertidumbre y de inseguridad.

Hoy aplica este concepto: no busques sentirte cómodo(a), seguro(a) y confiado(a).

Actúa pese a sentirte incómodo(a), pese a sentirte inseguro(a) y pese a no saber si saldrá bien aquello que harás.

Ahí es donde está lo que estás buscando en la vida.