¿Se te hace difícil empezar algo nuevo? Lee esto!
«Sí puedo, sí puedo, sí puedo» me repetía a mi mismo mientras pedaleaba con la mayor fuerza posible la bicicleta que cargaba el peso de dos adolescentes de 13 años: el mío y el de mi amigo.
Era de noche, estaba lloviendo, hacía frío y la pendiente hacia casi imposible subirla, pero algo dentro de mí me hacia creer que si me repetía a mi mismo que sí podía, podría.
…
Ya me había olvidado de esta historia hasta que, algunas semanas atrás, el amigo al que llevaba en mi bicicleta me lo recordó.
Al terminar de conducir uno de mis seminarios aquel amigo de mi infancia se acercó y me dijo:
«No me sorprende que te dediques a esto. Desde pequeño siempre te gustaron estos temas. Recuerdo cuando teníamos 13 años, me llevabas en tu bicicleta y…»
Yo le dije «Verdad… sí, claro. Gracias!»
Y de pronto, muchos recuerdos empezaron a regresar a mi mente:
- Me vi a mí mismo, a los quince años, frente al televisor viendo durante un día entero, y sin parar, más de 14 cd’s con las grabaciones de las conferencias de Miguel Ángel Cornejo.
- Recordé que, hace más de ocho años, al dar mi opinión durante el primer curso de Inteligencia Emocional que llevé, la profesora me dijo: «Tienes muy buen criterio. ¿Has llevado más cursos como este?»
Entonces pensé: sí, mi amigo y mi profesora tenían razón.
Supongo que desde pequeño ya tenía este interés por la psicología, el comportamiento humano y el desarrollo personal.
Supongo que esta habilidad ya estaba dentro de mí y con el tiempo simplemente la fui mejorándo cada vez más.
Total…
Así es como funciona la vida, ¿verdad?
Naces, eres bueno(a) en algo desde pequeño, creces, conviertes tu pasión en un negocio y luego todos te dicen «sabia que te dedicarías a eso, desde pequeño fuiste bueno para ello».
¿O no es acaso eso lo que vemos diariamente?
- Vemos en la televisión al(la) cantante que sube al escenario para recibir el Grammy mientras su canción va sonando en los parlantes y sus fotos de pequeño(a), en las que aparece cantando en la obra del colegio, van mostrándose en el proyector.
- Leemos en el periódico la entrevista al ganador de la Fórmula 1 donde cuenta que a él desde pequeño le gustaban los autos y detalla cómo su papá le enseñó a manejar desde los catorce años.
- Escuchamos en la radio la historia del(la) empresario(a) multimillonario(a) que puso su primer negocio de venta de limonada en el colegio y cómo a partir de ahí nunca miró hacia atrás.
Y entonces nuestra mente se va hacia nuestra niñez tratando de encontrar aquello en lo que éramos buenos(as) de pequeños(as).
Tratamos de encontrar aquello que nos apasionaba y disfrutábamos en el colegio o en la universidad.
Porque creeemos que si lo encontramos, podríamos ser entonces realmente exitosos y felices.
Y, al ser entrevistados, podríamos decir: «cuando tenía 9 años…», «en el colegio…», «mi papá…», «la primera vez que…», «todavía recuerdo cuando…»
Pero antes de aceptar esto como cierto y dejar que destruya nuestro futuro permíteme preguntarte lo siguiente:
- Si buscaramos entre las fotos del campeón de la Fórmula 1, ¿encontraríamos fotos donde él sale cantando, bailando o dibujando? Ambos sabemos que la respuesta es sí y, sin embargo, él no es cantante, bailarín o artista.
- ¿Habrá el(la) empresario(a) cocinado alguna vez en su infancia? Seguramente que sí y, sin embargo, no es chef.
- Y si revisáramos el cuarto del(la) ganador(a) del Grammy, ¿encontraríamos poemas escritos por él(ella)? Sí, tú y yo sabemos que sí. Pero, sorpresa, él (ella) no le dedicó su vida a la poesía.
«¿Y, Nelson, a donde vas con todo esto?» – podrías preguntarte.
La respuesta podría sorprenderte y, a la vez, marcar la diferencia en la forma que tomas decisiones en tu vida.
Tan solo quédate conmigo por algunos párrafos mas y sabrás por qué lo digo.
Piensa en lo siguiente:
Hubieron muchas actividades, intereses y pasiones que estas personas de éxito tuvieron de pequeños y no hicieron parte de su profesión. Sin embargo, nadie habla de ellas.
Por el contrario, escogemos únicamente los que se relacionan con su carrera profesional en este momento y asumimos que él o ella siempre «lo tuvo claro» y que siempre siguió lo que le apasionaba de pequeño.
Por esa razón cuando se trata de nosotros, de ti y de mi, tratamos de mantener o encontrar aquello en lo que siempre fuimos buenos, olvidando que hoy podemos tomarnos el tiempo de ser buenos en una nueva actividad, área, pasión o carrera… sin importar lo que hayamos hecho en el pasado.
Si esto aún no tiene sentido te hago la siguiente pregunta:
¿Alguna vez has limitado las decisiones de tu futura vida profesional en base a las decisiones que tomaste en el pasado?
- Tal vez estudiaste ingeniería porque todos esperaban que fueras un gran ingeniero(a) como tu padre y ahora, que quieres iniciar un nuevo negocio, la sensación de haber perdido el tiempo en el pasado evita que des el primer paso.
- Tal vez siempre te gustó ayudar a las personas, escucharlos, darles consejos y entonces estudiaste psicología, pero te diste cuenta que, aunque lo disfrutas, te apasiona más la idea de trabajar en una gran empresa.
- O tal vez nunca descubriste qué era aquello que te gustaba, no encontraste esa habilidad especial que todos esperan que tengas de pequeño(a) y cada vez que lo recuerdas te frustras porque sientes que el tiempo sigue pasando y tienes cada vez menos oportunidades de encontrar «tu pasión».
Lo que todos, de alguna forma, hemos olvidado – y aquí viene la lección de esta historia – es que, así como hubieron actividades, intereses y gustos que crearon referencias sobre lo que es importante para nosotros en el pasado…
Hoy podemos realizar nuevas actividades, tomar nuevas decisiones, desarrollar nuevos gustos y permitirnos disfrutar de nuevos intereses que representen lo que es importante hoy para nosotros.
¿Que quiere decir, exactamente, lo que acabo de escribir líneas arriba?
Qué tú – sí, tú – puedes tomar un camino para los próximos cinco años de tu vida completamente diferente al de los últimos dos, tres, cinco, diez o incluso viente años de tu existencia.
No importa lo que hayas estudiado, en lo que hayas trabajado, las organizaciones a las cuales hayas pertenecido y las causas a las cuales hayas apoyado en el pasado, hoy puedes decidir una carrera profesional diferente si lo deseas.
No temas, ello no significará que perdiste todo lo que creaste, aprendiste o experimentaste en el pasado. Por el contrario, todo ello servirá como base esencial de lo que empezarás a crear a partir del día de hoy.
Porque…
Y sí, seguramente no será fácil y tendrás que enfrentar cierta resistencia, pero míralo simplemente como un interesante giro en la película que, como director de tu propia vida, estás dirigiendo…
Muchos espectadores no estarán de acuerdo con este cambio pero está bien, pues solo tú, el director, sabe que aquel cambio traerá consigo escenas mucho más emocionantes, con mayor satisfacción, aprendizaje y logros.
…
«Pero Nelson, ya estoy muy mayor para eso. No puedo regresar a la universidad o llevar otro MBA» – podrías decirme.
Y tu comentario sería totalmente válido. Tan válido como la siguiente afirmación y las dos siguientes preguntas:
Afirmación 1: Aunque estudiar una carrera de la forma tradicional es una opción, no necesitas estudiar una nueva carrera, diplomado o MBA para ingresar a una nueva industria o profesión. Puedes adoptar nuevos conocimientos de muchas otras formas. Como, por ejemplo: congresos, conferencias, seminarios, cursos online, almuerzo con expertos, etc.
Pregunta 1: ¿Estás dispuesto(a) a limitar todas tus decisiones futuras con solo las decisiones que tomaste en el pasado?
Pregunta 2: ¿Valdrá la pena vivir tu vida hoy únicamente en base a lo que te interesaba ayer?
Respuesta 1: No.
… no deberías estar limitar tu futuro.
Respuesta 2: No.
…no vale la pena.
Un mejor acercamiento a esta situación es preguntarte qué quieres hoy
Recuerda que los tiempos donde tus padres decidían han terminado y hoy tú tienes el permiso, la capacidad y el control para abrir cualquiero nuevo camino que decidas.
Hoy ya nadie más puede hacerlo por ti.
Solo tú puedes hacerlo y, déjame decirte, cuando lo hagas tendrás éxito. Lo sé porque si tuviste éxito en una área de tu vida, hoy puedes hacerlo en esta área también.
Lograrás tus objetivos en esta nueva etapa de tu vida, en este nuevo objetivo, en esta nueva pasión, en este nuevo proyecto.
… y quienes al principio dudaban, te criticaban o se mantenían indiferentes se acercarán a ti y te dirán:
«No me sorprende que te dediques a esto. Desde pequeño siempre te gustaron estos temas. Recuerdo cuando teníamos 13 años…»
Y te harán así recordar algún momento de tu niñez en el que esta supuesta habilidad, gusto o interés hacia obvio que ibas a tomar este camino, tu nuevo camino.
Y luego de esto, seguramente, tú responderás:
«Verdad… sí, claro. Gracias!»
…
Gracias Nelson, verdaderamente estas palabras me llenan de entusiasmo y emoción, creo que es tiempo de desarrollar mi pasión, dedicarme a lo que me gusta y lo que puedo hacer… Gracias sinceramente y espero sigamos en comunicacion.
gracias q historia tan sorprendente, me a dejado sin palabras, le agradesco mucho
Nelson A veces la edad y otros factores los vemos como limitantes, sin embargo tienes razón somos dueños de nuestro destino. Muchas gracias.
Excelente Nelson como siempre tus artículos, desde Cordoba Argentina
Ahhh que lindo empezare un nuevo rumbo en mi vida.
Hola Nelson, que gran tema de vida,en mi caso deje las telecomunicaciones en una empresa trasnacional luego de 32 años – soy ingeniero- trabaje en operaciones donde el tiempo es oro… y ahora estoy en la cátedra justo de lo que trabaje pero cada día luego de clases tengo una enorme satisfaccíon que me llena mi vida y me apasiona cada vez mas.. ¿Una segunda etapa ? o ¿es la misma que la tenía guardada?
Slds eres brillante ¡¡¡
¿SE TE HACE DIFÍCIL EMPEZAR ALGO NUEVO? LEE ESTO! Sabias palabras. Gracias y Bendiciones.