La lista de pendientes: ¿cómo gestionarla adecuadamente?
Una de las herramientas de organización personal más conocida es “la lista”. En esencia, la lista se refiere al conjunto de tareas pendientes.
Se puede gestionar en agendas físicas, en notas en línea o en aplicaciones móviles.
Independientemente del “lugar” en el que se registre, la lista cumple un rol clave en el manejo del tiempo.
¿Por qué es recomendable tener una lista?
Porque:
- La mente es frágil: creemos que vamos a recordar todo lo que tenemos que hacer pero lo cierto es que, con frecuencia, no lo recordamos. De ahí que muchos de nosotros digamos “uy, verda-a-a-a-a-d”, lo olvidé”.
- Nos abrumamos: tener una, dos o tres tareas en la mente es manejable. Pero conforme empiezan a venir más, nos sobrecargamos y empieza a afectar nuestra paz mental. Tenerlo en el “papel” reduce esa presión.
- Las ideas se ordenan fuera de la mente: intentar ordenar los pendientes mentalmente solo genera confusión. Nos lleva a no saber por dónde empezar. Es mejor elegir lo que haremos a partir de una lista.
- Nos permite llevar la cuenta: es fácil hacer muchas cosas en el día y al finalizar pensar “no avancé nada”. Tener un registro de lo que has realizado te ayuda a reconocer tu progreso.
- Te da claridad sobre el siguiente paso: luego de un período de concentración en una tarea específica suele ser difícil ubicarnos en qué más está pendiente. La lista es una guía práctica sobre qué requiere tu atención.
Como puedes ver, tener una lista es importante.
La lista de pendientes: ¿cómo gestionarla adecuadamente?
El desafío es que las personas que deciden tener una lista, suelen perder de vista algunos puntos claves:
- El objetivo no es “terminar” la lista y darle check a “todo”. La lista es una herramienta para gestionar los pendientes. En ese sentido, no se “acabará”, las tareas se irán procesando.
- No es necesario que esté totalmente “organizada” o “categorizada”. A veces, por tenerla “perfecta”, empieza a perder utilidad. La idea es empezar por algo básico y mejorarla poco a poco.
- Es crucial tener una sola lista. Si anotamos los pendientes en la agenda, en una hoja suelta, en la pizarra, en “Post-it”, en el celular y la computadora, será complejo hacerle un seguimiento correcto.
- Es importante formar el hábito de ver la lista, tenerla a la mano y actualizarla, tanto con las nuevas actividades que surgen como marcando como completadas las que ya hiciste.
Finalmente, vale la pena recordar que la lista no define nuestra vida. Somos nosotros quienes determinamos lo que incluimos en ella.
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