Hace algunos años lo que antes era una visita se convirtió en una llamada telefónica.

El tiempo siguió pasando, la tecnología siguió evolucionando y la llamada telefónica se convirtió en un mensaje de texto.

Hoy los mensajes de texto se han convertido en mensajes por WhatsApp, Facebook, RT’s o dobles click en Instagram.

Lo que antes era un abrazo ahora es un Like y, en el mejor de los casos, un comentario.

Definitivamente, muchas cosas han cambiado. Sin embargo, hay algo que se mantiene constante: el mejor regalo que podemos darle a alguien.

El Mejor Regalo de Tu Vida

Hoy es mi cumpleaños y quiero mostrarte cuál es el mejor regalo que puedes darle a las personas más importantes de tu vida. Contrario a lo que muchos piensan, no es ni dinero ni tiempo.

Con cientos de emails en nuestra bandeja, decenas de páginas abiertas en nuestro explorador de internet, constantes notificaciones en el celular y proyectos urgentes por terminar, nuestro capacidad de concentración se ha ido a los suelos.

No podemos concentrarnos en realizar una sola actividad sin revisar el celular cada 15 minutos.

Nuestro cuerpo está haciendo algo y nuestra mente está pensando en otra. O lo que es peor aún, nuestro cuerpo está en un lugar, pero nuestra mente en otro.

No es ni tiempo ni dinero

¿Te ha pasado que estás leyendo algo, pero de pronto te das cuenta que no has entendido nada y vuelves a leer desde el inicio?

¿Te pasa que alguien te está hablando pero tu mente no presta completa atención a lo que esa persona está diciendo?

¿Cómo crees que esto afecta tus relaciones?

De nada servirá entonces que pases con una persona dos, tres o cuatro horas si en el fondo, no estás ahí realmente. Y aunque el dinero sea importante, no basta.

Las personas que te quieren no buscan solamente tu dinero o lo que puedas comprarles.

Es tu presencia

Lo que realmente quieren y necesitan estas personas es justamente el mejor regalo que podrías darles: tu presencia.

Y no me refiero a tu presencia física, me refiero a tu atención completa. Esa atención que hace que la otra persona sienta que realmente estás ahí con él o con ella.

Esa presencia que la persona que tienes al frente, al otro lado del teléfono (o incluso al otro lado del computador) se siente realmente escuchada, entendida y querida.

Y para que esto sucede tu mente y tu cuerpo deben estar en el mismo lugar, porque es en ese momento en el que estás realmente presente para las personas más importantes de tu vida.

Entonces…

Cuando estés con una persona al frente

Aprecia ese preciso instante, relaja tus músculos y escúcha sus palabras con atención. No busques tener la razón ni asumas saber qué es lo que te dirá. Simplemente mírala a los ojos y escucha atentamente.

Cuando estés en el trabajo

Enfócate únicamente en el trabajo. Pregúntate: ¿Cuál es el objetivo más importante que debo conseguir el día de hoy que hará que el resto sea innecesario?

Enfócate en hacer solo la actividad que te ayudará a conseguir ese objetivo y considera todo lo demás una distracción hasta que alcances el resultado deseado.

Cuando estés con tu familia

Olvídate del trabajo. Cierra tu correo electrónico, pon tu celular en vibrador, relaja tu cuerpo, despeja la mente y disfruta de cada momento con las personas que quieren.

Ese tiempo de calidad con tu familia te dará la energía que necesitas para conseguir tus objetivos profesionales más rápido.

No necesitas dinero, grandes regalos o cartas extensas para mostrar tu afecto, cariño o amor a las personas que más quieres. Lo que necesitas es estar presente en los momentos más importantes.

Y recuerda que tu presencia se siente incluso en un correo electrónico, una comentario en Facebook o una llamada teléfonica.

No esperes a que sea el cumpleaños de alguien para regarle tu presencia. Régalala todos los días de tu vida, ése es tu mejor regalo.

Un abrazo,

Nelson