¿Te Has Hecho Alguna Vez Esta Pregunta? Ahora es el momento
En los últimos tres años he realizado más de 28 vuelos internacionales y aunque no le tengo miedo a viajar en avión, siempre he sentido algo mágico al aterrizar sano y salvo.
Y aunque no necesitas estar volando a miles de metros sobre la tierra a cientos de kilómetros por hora para sentirte agradecido por todo lo que tienes en la vida, momentos como estos suelen llevarnos a eso.
Incluso me cuesta no detenerme a reflexionar acerca de mi vida, de lo que quiero lograr y de verificar que estoy yendo por el camino correcto. ¿Te ha pasado?
Acabo de aterrizar a Bogotá, Colombia hace algunos minutos y durante este vuelo sucedió algo que no había ocurrido en los otros 27 vuelos:
Un movimiento intenso me despertó a las 3:00am y cuando abrí los ojos las luces del avión se apagaban y se volvían aprender en cuestión de segundos y en ese mismo instante una pregunta invadió mi mente:
¿He contribuido de manera positiva en la vida de los demás?
Sin que mi cerebro me diera tiempo para responderla empecé a sentir algo de angustia y temor porque me apenaba mucho que la respuesta a esa pregunta fuera «no».
Entonces empecé a recordar los momentos en los que pude haber contribuido a mejorar de alguna forma la vida de otra persona.
Recordé el amor de mi familia, a las personas que fueron parte de mi vida y me ayudaron a ser quien soy ahora. Pensé en las risas con mis amigos, las conversaciones contigo, y entonces la angustia y el temor se fue disipando.
De pronto, una sonrisa dibujaba mi rostro e inmediatamente vinieron tres preguntas más a mi mente:
- ¿He dado lo mejor de mí en cada cosa que hice?
- ¿He disfrutado de cada instante de mi vida?
- ¿He transmitido valores, enseñas y principios positivos a quienes fueron parte de mi vida?
En ese momento me di cuenta que al final de nuestras vidas siempre nos haremos estas mismas preguntas y no quiero que en ese preciso instante ni tu ni yo sintamos aungustia, arrepentimientos o temor.
Quiero que cuando el momento de partir de este mundo llegue, nos vayamos con una sonrisa en nuestros rostros porque la respuesta a estas preguntas es «sí».
¿Y sabes por qué?
Porque disfrutamos de cada instante de nuestra vida, sin importar el día, el lugar o lo que estabamos haciendo. Porque creeimos que un mundo mejor era posible y fuimos una fuente de inspiración para los demás.
Porque nos detuvimos a ayudar a una persona que necesitaba nuestro apoyo, porque abrazamos fuerte a un amigo y le dimos gracias a quienes nos sirven, porque le dimos el asiento a nuestros mayores.
Porque fuimos fieles a nuestros principios, a nuestros valores y los transmitimos con amor, confianza y seguridad a las personas que nos rodean. Porque fuimos agradecidos por lo que tuvimos en la vida.
Porque no abandonamos nuestros sueños fuimos en búsca de nuestros sueños y porque nunca nos conformamos con menos de lo que pudimos llegar a ser, crear, tener o compartir.
…para cuando terminé de pensar en todo esto la turbulencia ya se había ido y todo parecía mantenerse igual, pero algo había cambiado en mi forma de ver el mundo.
Y de corazón deseo que algo también cambie en la tuya. No esperes al último día de tu vida para reflexionar sobre lo que realmente importante.
Pregúntate hoy y cada día:
- ¿Estoy dando lo mejor de mi?
- ¿Cómo puedo disfrutar aún más de lo que hago?
- ¿Cómo puedo transmitirle mis valores y principios a quienes me rodean?
- ¿Quiénes necesitan de mi apoyo y cómo puedo ayudarlos?
Que disfrutes de hoy, mañana y siempre.
Un abrazo,
Nelson
NELSON MARAVILLOSA PERSONA MUY ESPIRITUAL
SIGUE DANDO CONSEJOS Q DIOS TE AMA…../…LILIANA
Gracias Liliana,
Lo mismo digo. Espero disfrutes de cada día de tu vida y puedas hacer de tu vida un ejemplo para los demás.
Un abrazo,