Cuando simplemente no puedes fallar
Cuando haces lo que quieres, lo que realmente quieres – lee pausadamente – no puedes fallar.
La pureza de tus verdaderos deseos elimina la posibilidad de fracaso porque un resultado negativo en la dirección correcta siempre será mejor que un resultado positivo en la dirección incorrecta.
La belleza de este concepto es que la dirección correcta es la dirección que tú elijas tomar en la vida y la dirección, amigos míos, es lo único que importa.
Cuando simplemente no puedes fallar
La razón es simple, con aprendizaje constante, con practica y error – eventualmente conseguirás los resultados que deseas, de eso puedes estar seguro(a).
Por eso te pido que olvides de los resultados por un momento, deja de pensar en ellos – deja de frustrarte por ellos.
Solo asegúrate de respetar la dirección que has decidido tomar – o que decidas tomar a partir de hoy y respeta tus sueños, tus deseos, tus metas, tus aspiraciones, tu camino: tu dirección.
Aférrate a ella en todo momento, incluso frente a las tormentas – especialmente frente a las tormentas.
No permitas que otras personas te digan lo que «deberías» hacer, lo que es una «oportunidad» para ti, lo que es «urgente» o «importante».
Aléjate de aquellas personas que quieran ponerle su propia definición de «éxito» a tu vida y de quienes agredan tus deseos, anhelos y sueños.
Ésta es tu vida y tú decides qué camino tomar, que sueños perseguir, qué objetivos lograr, qué cambios buscar, qué contribución realizar.
Cuando lo haces, simplemente no-puedes-fallar.
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