Las peripecias del cambio
Cuando estaba en la universidad rara vez llegaba a clase con cuaderno y lapicero. Era el tipo de persona que, aunque prestaba completa atención al profesor, nunca tomaba apuntes. «¿Para qué escribes tanto?» – le preguntaba a la chica que se sentaba a mi lado. «Para poder estudiar luego» – me decía aún cuando ella […]...